Páginas

sábado, 29 de junio de 2019

San Juan en la soberbia comarca del Sobrarbe aragonés

Este año, San Juan nos brinda un gran fin de semana, así que vamos a disfrutarlo al máximo en nuestra comarca favorita de la provincia de Huesca: El Sobrarbe. No nos cansamos de esta zona porque no deja de ofrecernos maravillosas estampas, buena gastronomía, y la compañía de personas entrañables.

Empezamos nuestro programa de excursiones por la visita al Salto de Pozán de Vero, en las inmediaciones de Barbastro, tomando dirección al Parque de la Sierra de Guara y Castillazuelo.
Para llegar al parking del salto, no está indicado claramente, sino que sólo hay una pequeña señal en el borde derecho de la carretera yendo en dirección al acueducto, que indica un caminito sin salida justo a la izquierda en dirección a la piscina municipal. En dos minutos llegáis al parking delante de una arbolada, con mesas para picnic y la piscina al fondo.

Parking Salto de Pozán de Vero, Huesca

Aquí se haya unos paneles informativos sobre la Historia del lugar y también los diferentes senderos.

Paneles informativos de Pozán de Vero, Huesca

Paneles informativos de Pozán de Vero, Huesca

Para ir hasta el salto, es muy fácil, tan sólo debéis tomar el camino a lo largo del río hasta el acueducto, pero antes nos acercamos a la fuente y los pequeños saltos del lugar.

Hacia el Salto de Pozán de Vero, Huesca


Hacia el Salto de Pozán de Vero, Huesca

Hacia el Salto de Pozán de Vero, Huesca

El camino de unos 10 minutos hasta el salto es fácil, sin ninguna dificultad y apta para todos los públicos aunque no para minusvalía que requiera de silla de ruedas, ya que no dispone de ninguna pasarela, y en el tramo final el paso es algo estrecho a través de las hierbas y hay algunas piedras en el camino.
Hacia el Salto de Pozán de Vero, Huesca

Llegamos a un puente situado a nuestra izquierda, y observamos el paso del agua.

Hacia el Salto de Pozán de Vero, Huesca

Hacia el Salto de Pozán de Vero, Huesca

Y seguimos recto en dirección al acueducto bordeando el río.

Hacia el Salto de Pozán de Vero, Huesca
 Ya estamos llegando...

Hacia el Salto de Pozán de Vero, Huesca

El sitio es el lugar de baño de los habitantes y turistas que pasan por aquí, y no es muy grande, tampoco hay mucho espacio para dejar la toalla, así que si planeáis bañaros, os recomiendo acudir prontito. Fuimos hacia las 12h y había varios grupos de bañistas.

Nosotros simplemente, queríamos ver esta pequeña cascada formada tras la creación de un antiguo azud para derivar el agua por la acequia de San Marcos para el riego de las huertas de Castillazuelo y Barbastro, y para el funcionamiento de varios molinos aguas abajo.

Salto de Pozán de Vero, Huesca

Salto de Pozán de Vero, Huesca

También podéis encontrar algún que otro rincón para refrescaros aunque recomiendo zapatillas de agua para evitar resbalones.

Salto de Pozán de Vero, Huesca
Merece la pena este pequeño alto en el camino, y ahora nos dirigimos a Boltaña, a una hora de camino para nuestra comida en el Restaurante Casa Coronel, situado en lo alto de este precioso pueblo que ya conocemos, y os recomiendo su visita encarecidamente.

Boltaña, Huesca

Nosotros encontramos sitio para aparcar justo antes de la plaza.

Boltaña, Huesca

Boltaña, Huesca

Boltaña, Huesca

Después de unos 5 minutos andando por la calle de la iglesia, encontramos enseguida el Restaurante Casa Coronel (Plaza Eras de Coronel, T. 974502097) en una espaciosa plaza con terraza.

Restaurante Casa Coronel, Boltaña

Restaurante Casa Coronel, Boltaña

Nos atienden de forma muy amable y nos acompañan a nuestra mesa reservada con antelación.

Restaurante Casa Coronel, Boltaña

Comer entre paredes de piedras en un rincón íntimo siempre es muy agradable, pero aún más cuando recibimos una atención muy cordial y cercana, y tanto las propuestas de menú como a la carta son tan apetecibles.

Restaurante Casa Coronel, Boltaña

Restaurante Casa Coronel, Boltaña

Restaurante Casa Coronel, Boltaña

Restaurante Casa Coronel, Boltaña

Restaurante Casa Coronel, Boltaña

Restaurante Casa Coronel, Boltaña

Esta vez, nos decantaremos por la carta, y ¡será todo un acierto!
Pero primero, hay que probar la cerveza de la zona, ¡muy rica!

Restaurante Casa Coronel, Boltaña

Nos traen un pequeño aperitivo: unas croquetas deliciosas...

Aperitivo Restaurante Casa Coronel, Boltaña

De primero pedimos, el carpaccio de trucha, y es fabuloso, tanto los colores como la combinación de sabores muy acertada, una gran placer para las papilas.

Carpaccio de trucha, Restaurante Casa Coronel, Boltaña

Luego, no podemos dejar de probar el foie de la casa, para quitar el sentido! Una maravilla, diríamos que probablemente el mejor foie que hayamos probado en un restaurante, así que ¡bravo!

Foie, Restaurante Casa Coronel, Boltaña

De segundo, queremos probar lo que llama, "latón de la fueva", a pesar de no formar parte de los platos que pruebo habitualmente por la cantidad de grasa, la verdad que fue toda una sorpresa, la calidad de esta carne de cerdo tan mimada, como dicen, en efecto, se derretía en la boca.

Restaurante Casa Coronel, Boltaña

Siempre es un acierto probar el cordero de la zona.

Cordero, Restaurante Casa Coronel, Boltaña

Y como no, el postre estrella que ya se vuelve un ritual pedir: la Torrija de la casa, ¡muy buena!

Restaurante Casa Coronel, Boltaña

 El otro postre no se queda atrás: crema de chocolate blanco y frambuesa, ¡qué delicia!

Restaurante Casa Coronel, Boltaña
Una comida fabulosa en un sitio fabuloso, ¡qué más se puede pedir? La cuenta salió por unos 72€/ dos personas. El precio a la carta es razonable teniendo en cuenta la calidad y la elaboración culinaria. Pero comeréis igual de bien con el menú de 19€, sin duda a un precio muy correcto.

Y felices de nuestra experiencia gastronómica, nos dirigimos a las Pozas de Ascaso, muy cerca de Boltaña en dirección a Fiscal, pero por una pista pedregosa de unos 4km poco recomendable para vehículos bajos, y yendo con mucha cautela para los demás por la mayoría de los tramos que son sin asfaltar y las numerosas curvas sin visibilidad.
Ascaso está ubicado a unos 1033m de altitud. Llegó a tener 43 habitantes en los años 50, pero a partir de los 60, fue quedándose abandonada. Algunas casas fueran rehabilitadas, y hoy en día una se dedica al turismo rural. Y se dice de su Festival de Cine que es "la muestra más pequeña del mundo bajo las estrellas del Pirineo aragonés".

Cuando por fin lleguéis con el coche hasta arriba, podéis aparcar en el lateral de la carretera, ya que Ascaso no tiene más que una pequeña "calle", y está prohibido aparcar delante de la Casa del Reloj donde se desarrolla el festival de cine, y justo donde encontramos la señal del principio del sendero hacia las pozas.

Ascaso, Huesca

Ascaso, Huesca

Casa del Reloj, Ascaso, Huesca

Ascaso, Huesca

Hacia las pozas de Ascaso, Huesca

Esta senda de unos 20 minutos, yendo tranquilamente, no es dificultosa, pero sí es estrecha, y tiene algún tramo por hierbas y pequeñas piedras y en bajada, pero nada del otro mundo.

Hacia las pozas de Ascaso, Huesca

Podréis saludar a las vacas que pastan alrededor.

Hacia las pozas de Ascaso, Huesca


Llegamos al barranco dónde por la erosión, se ha creado, sobre el lecho rocoso, la sucesión de pequeñas pozas sucesivas en el entorno de un antiguo puente de piedra de medio punto.

Puente de las pozas de Ascaso, Huesca

Desde bastante distancia, oímos los gritos de un grupo que se estaba bañando, y por desgracia vemos también los restos que los visitantes dejan sin escrúpulo ni respeto en sitios naturales tan bonitos, como latas de refresco tiradas.

Nos aproximamos al puente, y aquí sorprendemos a una pareja completamente desnuda y más sorprendida aún que nosotros, extrañada de que "hasta ahí, llegaban turistas", vamos igual que ellos, pero vestidos.

Bueno, nos centramos en lo importante, y nos decepcionan un poco el color de las pozas, sin duda debido a las fuertes lluvias del día anterior, cuando en fotos de Internet lucen tan espectaculares.

Pozas de Ascaso, Huesca

Pozas de Ascaso, Huesca

Pozas de Ascaso, Huesca

Pozas de Ascaso, Huesca (foto web)

Puente de las pozas de Ascaso, Huesca

Pozas de Ascaso, Huesca

Pozas de Ascaso, Huesca

También, para tener otra vista, podéis cruzar el puente y seguir por el otro margen del río, aunque al estar el suelo muy inclinado y resbaladizo, preferimos dejarlo aquí.
Os dejo fotos de la web con otra perspectiva:

Pozas de Ascaso (foto web)


Pozas de Ascaso (foto web)

Ya regresamos por el mismo sendero de ida, esta vez en subida. Y decidimos seguir para ver la única calle/camino del pueblo.

Ascaso, Huesca

Ascaso, Huesca

Vistas desde Ascaso, Huesca

Ascaso, Huesca

Ascaso, Huesca

Ascaso, Huesca
El sol pega fuerte aquí arriba, no olvidéis protegeros.

Aún es pronto así que decidimos aprovechar la tarde e ir hasta las Pozas de San Martín, a unos 20 minutos de Boltaña, pasando por delante del Monasterio, y en dirección a Sieste y Condado de San Martín.

Monasterio de Boltaña, Huesca

Llegaréis a un pequeño parking, mejor evitar las horas de más concentración de senderistas que van hasta la Cascada del Confesionario, ya que aparcan ahí caravanas también. Nosotros fuimos ya tarde hacia las 17h30, así que la mayoría ya se había ido o estaba regresando de la ruta, y por lo tanto encontramos el sitio muy tranquilo.
Hay que seguir la señal que indica el principio del camino a la izquierda.

Hacia las Pozas de san Martín, Huesca

Nosotros desistimos de hacer el recorrido largo hasta la cascada porque nos avisaron nuestros amigos del Hotel Tierra Buxo que fueron unos días antes, de que la pista no era fácil y con el caudal bastante alto del río, había que escalar rocas y mojarse hasta la rodilla. Leí en varios blogs que el camino era muy apto para niños, sinceramente, no lo vemos así, pero claro, esto va de opiniones y gente preparada o no.
En nuestro caso, nos gusta ceñirnos a nuestras posibilidades de senderistas ocasionales por senderos calificados de fáciles a medio/fáciles, sin sobrepasarnos, que es como mejor se vive la experiencia, sin agotamientos ni miedos o riesgos absurdos.
Quizás en otra época del año, con menos caudal y calor, y más preparados, nos atrevamos a realizar el recorrido hasta la cascada de unas 3-4 horas ida y vuelta.

En todo caso, podemos acercarnos hasta las Pozas de San Martín a las cuales se llega bastante rápido desde el parking, unos 10 minutos, y sin gran dificultad, más que tener cuidado en el suelo de roca resbaladizo, y cruzando el río una tres veces sobre las piedras.

Hacia las Pozas de San Martín, Huesca

Hacia las Pozas de San Martín, Huesca

Hacia las Pozas de San Martín, Huesca

Y llegamos a la base de las pozas.

Base de las Pozas de San Martín, Huesca

Luego si se quiere subir un poco para tener una bonita vista de las pozas, podéis hacerlo por el margen izquierdo del río por la senda entre árboles, un poco en subida y sorteando algunas piedras y raíces.

Hacia las Pozas de San Martín, Huesca

Hacia las Pozas de San Martín, Huesca

Luego bajamos con cuidado, y para llegar hasta las pozas, hay que ir con precaución sobre la roca en fuerte pendiente. Pero con tranquilidad, no hay mayor problema.

Hacia las Pozas de San Martín, Huesca

Hacia las Pozas de San Martín, Huesca

Nos encontramos otra vez con el agua de las pozas sucia del arrastre por las lluvias, pero aún así vale la pena poder disfrutar de un paraje tan bonito, esperando que todos los visitantes quieran preservarlo.

Pozas de San Martín, Huesca

Pozas de San Martín, Huesca

Pozas de San Martín, Huesca

Pozas de San Martín, Huesca

Pozas de San Martín, Huesca

Pozas de San Martín, Huesca

Pozas de San Martín, Huesca

Pozas de San Martín, Huesca

Y ya emprendemos el camino de regreso por donde hemos venido.

Pozas de San Martín, Huesca

Pozas de San Martín, Huesca

Y de ruta hacia nuestro hotel preferido, el Hotel Tierra Buxo de Arcusa, observamos el bello paisaje del Sobrarbe.

Paisaje del Sobrarbe, Huesca

En unos 20 minutos, llegamos, por fin, al Hotel Tierra Buxo, calificado como mejor hotel de Aragón, y es más diría yo, después de visitar cantidad de hoteles, el mejor de España, con muchas ganas de volver a ver a Romain y Marta y a sus entrañables padres.

Hotel Tierra Buxo, Arcusa, Huesca

El recibimiento es tan cercano y caluroso siempre, y es que sentimos que ya somos como de la familia, porque cada año volvemos, y al ser posible varias veces.
Y creo que nunca dejaremos de hacerlo porque por mucho que lleguemos a conocer toda la comarca, sin contar que es inagotable en excursiones, el Hotel Tierra Buxo (Adults only) ofrece todo lo que se puede soñar de un alojamiento rural, con todo la atención, el cariño y el mimo hacia el huésped. Es la excelencia hotelera en estado puro. De ahí que la mayoría de su clientela sea repetidora. 

Hotel Tierra Buxo, Arcusa, Huesca

Este alojamiento se ha convertido en nuestro rincón de paz y libertad dónde nos sentimos arropados, cuidados, y sobretodo queridos. Y sus anfitriones no distinguen entre sus huéspedes, aportan lo mejor de sí a cada uno de ellos, haciendo que cada cual se sienta muy especial. 
¡Y qué decir de los padres de Marta! pieza fundamental en la armonía de este lugar de ensueño, dónde la limpieza realizada siempre es superior, y toda la información turística aportada por todos para disfrutar plenamente de la región es inigualable, así como las charlas amenas.

Desde luego, el Hotel Tierra Buxo ya forma parte de nuestra vida, y se ha convertido en un imprescindible cada año para recargar pilas, y saber que a pesar de los pequeños infortunios de la vida, aquí siempre estará para recordarnos que la felicidad existe... 

Relax en el Hotel Tierra Buxo, Arcusa, Huesca

Cóctel en el Hotel Tierra Buxo, Arcusa, Huesca

¡No hace falta que os diga que nosotros ya tenemos nuestras reservas hechas para el año que viene! que sólo tienen 5 habitaciones, y de ninguna manera, nos quedaremos sin poder ir y disfrutar de nuestra preciosa Suite Junior Pirineos, con unas vistas increíbles a las montañas, y nuestro jacuzzi que nos espera al finalizar nuestra jornada de excursiones.

Suite Junior Pirineos, Hotel Tierra Buxo, Arcusa, Huesca

Suite Junior Pirineos, Hotel Tierra Buxo, Arcusa, Huesca
Suite Junior Pirineos, Hotel Tierra Buxo, Arcusa,
Huesca

Vistas desde la Suite Junior Pirineos, Hotel Tierra Buxo, Arcusa,
Huesca

Vistas desde la Suite Junior Pirineos,
Hotel Tierra Buxo, Arcusa, Huesca

Y si gustáis de buena gastronomía, Romain prepara cada noche unos platos deliciosos de la zona con influencias francesas, y una bodega con los más variados vinos de calidad ¡El paraíso para los sibaritas como nosotros! Y por supuesto, a degustar en su precioso comedor acristalado.

Comedor del Hotel Tierra Buxo, Arcusa, Huesca

De los últimos platos disfrutados, una maravilla de crema de espárragos con huevo poché, ¡para no dejar ni gota!

Crema de espárragos con huevo poché,
Hotel Tierra Buxo, Arcusa, Huesca

Y estos canelones de cordero y redescubriendo el auténtico sabor de las zanahorias, ¡para perder el sentido!

Canelones de cordero con zanahorias,
Hotel Tierra Buxo, Arcusa

Si queréis saber más sobre el Hotel Tierra Buxo, podéis mirar mis otras entradas sobre el tema, o visitar su web: www.hoteltierrabuxo.com. Marta siempre está a la escucha y responde en un tiempo muy breve a todas las dudas. ¿A qué esperáis para probar la experiencia? No os arrepentiréis, os lo aseguro.

Y a la mañana siguiente, después de un rico y completo desayuno buffet, emprendemos ruta hacia el Ibón de Plan, también conocido como la Basa de la Mora por la leyenda que dice que cada noche de San Juan, se veía surgir del agua una figura que parecía una mujer vestida de mora, la cual se refugió en el lugar para huir de las guerras entre moros y cristianos.

Este Ibón, a una cota de 1910m, es considerado el más bello del Pirineo, así que esperemos que sea merecedero de los 14km de pista pedregosa accidentada y sus 40 minutos de recorrido intentando que el coche pueda subir sin percance.

Primero, os indico la carretera para llegar hasta el Ibón
Debéis ir en dirección a Plan por la A-2609, cruzando varios pueblos. Llegaréis a Saravillo que se debe atravesar hasta el final, y veréis un parking a mano derecha. 
No os recomiendo dejar el coche aquí para subir por la misma pista que los coches, ya que es una locura recorrer estos 14km en subida por piedras y sin sombra. Muchos lo hacen en bici y también vimos varios senderistas que, por lo visto, desconocían que existe un camino habilitado para ellos, y se notaba mucho su cansancio bajo el sol tremendo, y aún les quedaba un largo camino. 
Si cogen esta pista, tardarán mucho en llegar, sin contar que se comerán todo el polvo y los gases de los coches que pasan en los dos sentidos, evitándose lo posible unos a otros haciendo de 4x4 ocasionales. No hace falta deciros que los coches bajos no pueden en absoluto subir, pero la mayoría de turismos y furgonetas sí se atreven.

Para poder pasar la valla al principio de la pista, se debe pagar un pequeño importe de 3€ en la máquina dispuesta a ese efecto justo antes de la valla, recaudación que pretenden utilizar par el arreglo de la pista algún día. 
Se debe dejar el ticket visible en el parabrisas, aunque nosotros no vimos a ningún guarda arriba, por desgracia, porque sería buena idea vigilar el lugar, ¡más que nada por los que suben hasta ahí para dejar sus deshechos o los de sus perros! 

Vista desde el principio de la carretera de subida
desde Saravillo al Ibón de Plan

Después de 40 minutos largos y penosos por "esta pista del infierno", por fin llegamos a la explanada del refugio no guardado de Lavasar. Los coches aparcan como pueden intentando no bloquear el paso a nadie. Y por lo que vimos, la gente acude sin horario fijo al lugar habiendo rotación de vehículos, pero como siempre, mejor llegar pronto.

Refugio de Lavasar, hacia el Ibón de Plan, Huesca

hacia el Ibón de Plan, Huesca

Nosotros llegamos sobre las 12h de la mañana. Cogemos agua y las gorras, y nos disponemos a recorrer los 20-30 minutos, 1,5km, que nos separan a pie del Ibón. Os recomiendo zapatos de trekking cerrados porque nosotros íbamos con las sandalias 4x4 y con tantas piedras y raíces de árboles en el camino en bajada, hubiera sido mejor tener el pie algo más sujeto y protegido. No nos lesionamos, pero la verdad que nos esperábamos un camino quizás más habilitado, puede ser que las lluvias recientes lo empeoraran. Algún tramo se presenta mejor más adelante.
Bueno, iremos a buen paso ya que hay bastante gente, pero extremando las precauciones, y dejando paso a los ciclicistas que regresan bici a hombro, y a personas mayores que van a su ritmo con todo el derecho. Con un poco de respeto mutuo, todos tenemos cabida. 

Sendero al Ibón de Plan, Huesca

Sendero al Ibón de Plan, Huesca

Aún nos falta una pequeña parte por recorrer hasta el Ibón pero esta vez todo en llano, admirando los árboles que dibujan el camino.

Sendero al Ibón de Plan, Huesca

Sendero al Ibón de Plan, Huesca

Llegamos a un pequeño cruce de río, ¡el agua está muy fría! pero se puede pasar por las piedras. Y por fin, llegamos a las praderas verdes. 

Hacia el Ibón de Plan, Huesca

Atravesamos toda la pradera hacia esta montaña impresionante...

Hacia el Ibón de Plan, Huesca

¡Y aquí está el espectáculo de la naturaleza!

Ibón de Plan, Huesca

El lugar nos deja maravillados: poder llegar hasta aquí, y ver uno de los paisajes más bellos del Pirineo, como si en una película estuviéramos, pues nos deja sin palabras...

Ibón de Plan, Huesca

Ibón de Plan, Huesca

Hay gente, la mayoría contemplando sentados el Ibón, tomándose un refrigerio, y algunos con su perro al lado muy tranquilo, disfrutando igual del lugar.
Y otros intrusos que se creen que tienen todo el derecho a mancillar este tipo de lugares y destrozar la paz que los envuelve: un grupito de cierta edad va con varios perros sin correa, todos muy excitados hasta tal punto que uno de ellos se acercó de repente a mi marido gruñiéndole y casi le muerde la mano, mientras que otro no dejaba de ladrar sin que su dueño le hiciera callar. Los perros salían y entraban del agua y corrían a sus anchas, con el peligro que esto podría conllevar hacia niños o contaminación ambiental.
Luego entendemos por qué cada vez más prohíben la entrada a los perros en estos tipos de sitios, sobretodo en los Pirineos. Siempre pagan justos que acatan las normas por pecadores a los que les da igual todo porque se creen con más derecho que otros, y total, una vez lo han visto, no volverán. 
De ahí que en el camino de regreso, nos encontramos con la desagradable peste de unos excrementos tirados dentro de la misma bolsa de plástico con la que los habían recogido. ¡Hubiera sido mejor no recogerlos y dejarlos degradarse con las intemperies que tirarlos dentro de un plástico!

Por eso, creo que estos sitios deberían ser mucho más vigilados y ser visitados con previo permiso. Es una pena llegar a estos extremos pero el comportamiento de algunos energúmenos cada vez más frecuente no deja otra solución para salvaguardar nuestro patrimonio natural.

Ibón de Plan, Huesca

Ibón de Plan, Huesca

Ibón de Plan, Huesca

Pero volvamos a lo que nos interesa, el Ibón de Plan a los pies de la montaña envuelto por un circo de piedra se merece un tiempo de admiración.

Ibón de Plan, Huesca

Se puede realizar un recorrido circular de 1,5km que rodea todo el Ibón para contemplarlo desde diferentes perspectivas. Nosotros nos quedamos a medio recorrido, porque la última parte se presenta muy inclinada sobre piedras que se deslizan, y preferimos descansar y deleitarnos con las vistas. 

Ibón de Plan, Huesca

Ibón de Plan, Huesca

Un sitio magnífico para la retina y tomar muchas fotos.

Ibón de Plan, Huesca

Ibón de Plan, Huesca

Ibón de Plan, Huesca

Ibón de Plan, Huesca

Ibón de Plan, Huesca

Ibón de Plan, Huesca

Ya nos hemos sentido como Pedro y Heidi, así que toca regresar por la misma senda de ida, esta vez en subida. Se hace casi más fácil al conocer el camino. Otra vez dejamos cordialmente el paso a los ciclistas, y vamos subiendo a nuestro ritmo.

Camino de regreso desde el Ibón de Plan, Huesca

Camino de regreso desde el Ibón de Plan, Huesca

Camino de regreso desde el Ibón de Plan, Huesca

Todo sitio excepcional exige un esfuerzo para poder ser visitado, el Ibón de Plan desde luego es merecedor de este pequeño sacrificio. 
Os lo recomiendo, y si disponéis de bastones de senderismo, os ayudarán bastante. Si os alojáis en el Hotel Tierra Buxo, os los prestarán gratis. Nosotros prescindimos de ellos, pero hubiera sido buena idea cogerlos.

Hemos llegado al coche, cada vez llega más gente, creo que es buena hora para irse, y llegar a las 14h30 en el restaurante La Capilleta de Plan, en la entrada del pueblo, dónde tenemos mesa reservada.

Restaurante La Capilleta, Plan, Huesca

Aparcamos sin problemas cerca, y cuando llegamos, el restaurante está medio lleno. Un poco decepcionados con la mesa que nos han reservado por estar justo en medio de la entrada, y no en un rincón más íntimo, nos instalamos, y nos dan a elegir menú o carta. 

Restaurante La Capilleta, Plan, Huesca

Restaurante La Capilleta, Plan, Huesca

Restaurante La Capilleta, Plan, Huesca

Recomendados por otros comensales anteriores, y aunque el menú parece muy bien, elegimos la carta para tomar platos que nos gustan probar en todas sus variaciones personalizadas, y que sean frescos porque hoy hace mucho calor.

Restaurante La Capilleta, Plan, Huesca

Restaurante La Capilleta, Plan, Huesca

Elegimos: el tartar de trucha, el steak tartar, el tataki de atún y el filete de ternera.
Pedimos una cerveza de la zona, y el camarero que parece poco centrado nos dice que no tiene. Sin embargo, nosotros vemos en la barra detrás la Rondadora, y se lo comentamos, ¡y sí, tiene cerveza artesanal!

De primero, nos ofrecen el aperitivo de la casa: un paté casero, muy bueno.


Aperitivo Paté casero, Restaurante La Capilleta,
Plan, Huesca

Nos traen el primero, el tartar de trucha, que sinceramente no aporta mucho al paladar, es bastante insípido.

Tartar de trucha, Restaurante La Capilleta, Plan, Huesca

Al cabo de un tiempo, traen el steak tartar, y lo mismo que con el plato previo, es decepcionante. primero viene demasiado cortado fino, apenas se nota el sabor de la carne debajo de tanto foie gras, que por lo menos algo le confiere. He probado muchos más sabrosos, y me he convertido casí en experta en steak tartar ya que los pruebo por todas partes y desde jovencita. Seguramente la mezcla de condimentos no es la acertada tampoco.

Restaurante La Capilleta, Plan, Huesca

El restaurante empieza a llenarse, pero eso no justifica que los camareros parezcan desbordados, saliendo de la cocina chorreándoles la cara de sudor, dando una imagen poco estética/higiénica, y haciendo que la espera entre cada plato se vuelva eterna.
Realmente hay un problema evidente de coordinación con la cocina. Parece que después de la boda que tuvo lugar el día anterior, no se han repuesto.

Por fin, llega el tataki de atún, muy vistoso en cuanto a la presentación. ¡Pero es el peor que he probado en mi vida! Estas críticas no las hago porque sí, sino porque me parece un crimen rebozar completamente un producto de alta calidad que no requiere mucha más elaboración que su propio sabor natural y alguna salsa de decoración para acentuarlo.

Bien aquí, no notamos en absoluto el sabor del pescado ya que sólo parece que estemos comiendo fruto seco. La mayonesa suave de wasabi no está mal, pero es eso: suave. La salsa de soja, bueno lo mismo, salada y no aporta nada más. La verdura en tempura nada del otro mundo, aunque no está mal.
En fin, después de probar decenas de tatakis que se han vuelto moda por todas partes, y con una calidad que se suele recalcar de la marca Balfegó, he de decir que a La Capilleta, ¡le queda mucho por aprender de este producto! Les aconsejo deshacerse de esas semillas y dejar sólo unas poquitas para decorar el plato, como es costumbre.

Restaurante La Capilleta, Plan, Huesca

Por fin llega, el filete de ternera, y parece que es el único plato que se salva. Está en su punto y bueno.

Filete de ternera con foie, Restaurante La Capilleta, Plan, Huesca

Esperamos casi 20 minutos a que nos quitaran los platos, después de una espera mínima de un cuarto de hora entre plato y plato, ya pesa. Menos mal que ya sabemos los postres: será lo que llaman "tatin de manzana" y "cheese cake de mango".
Bueno de tatin tiene bien poco, más bien es una empanada basta rellena de manzana caramelizada y helado de turrón para rematar. Un postre muy poco fresco y digestible para la temporada, y ni fu ni fa.

Restaurante La Capilleta, Plan, Huesca

En cuanto al supuesto "cheese cake", bueno de eso tenía bien poco, y no estoy del todo segura de si fue esto u otro de los platos, pero la comida me sentó fatal. A las pocas horas, empecé a encontrarme rara, con una digestión muy difícil y algo cansada. Y mi marido tampoco se notaba en forma, compartimos todos los platos, pero probó pocas cucharadas de este postre, y por eso no le pasó lo que a mí...

Restaurante La Capilleta, Plan, Huesca

Pues bien, ¡me pasé toda la noche enferma hasta el día siguiente! En la vida, después de probar una cantidad innumerable de restaurantes, me habían intoxicado. Aquí además de no tener una buena experiencia gastronómica por unos 71€ que costó, que por el precio, de haber estado todo a la altura, era correcto, pero yo comí algo en malas condiciones que me afectó y mucho, y me impidió disfrutar del último día de nuestra estancia. 
Bueno no todo puede salir bien, aunque afortunadamente se trate de un hecho excepcional en nuestro caso.Y eso que varias personas nos habían recomendado el lugar. Pues parece que ese no era su día, ¡y menos el mío! 

En fin, de momento, no creo que volvamos por ahí, no descarto, sin embargo y a pesar de todo, darle otra oportunidad en otra ocasión, pero me arrepiento no haber elegido el menú que tenía mejor pinta, e igual deberían haberse ceñido simplemente en servir éste y no ofrecer carta en un día con más ajetreo de lo habitual en el que pareció que no lograban abarcar lo que casi todo eran pedidos de menús, y más fácil de gestionar para quiénes estén organizados y preparados.

Después de la comida, vamos a intentar recobrar el disfrute de la jornada visitando los pueblos de alrededor, pequeñitos pero dignos de ver, como Plan: 

Plan, Huesca

Plan, Huesca

Plan, Huesca

Plan, Huesca

Plan, Huesca

Plan, Huesca

Plan, Huesca

Plan tiene una iglesia románica muy bonita, y tuvimos el privilegio de poder visitarla.

Plan, Huesca

Plan, Huesca

Plan, Huesca

Plan, Huesca

Plan, Huesca

Plan, Huesca

Plan, Huesca

Plan, Huesca

Seguimos la ruta hasta el próximo pueblo muy cerquita: San Juan de Plan. Sólo fuimos hasta el puente, pero los paisajes de agua rodeado de montañas siempre son bonitos.  

San Juan de Plan, Huesca

San Juan de Plan, Huesca

San Juan de Plan, Huesca

San Juan de Plan, Huesca

San Juan de Plan, Huesca

Y a unos 5km más adelante, encontramos el pueblo de Gistaín, típico del Pirineo aragonés.
Nos resultan poco estéticos y saludables así como poco ecológicos los techos de uralita de la mayoría de las edificaciones, incluida la iglesia. Pero tiene rincones con encanto:


Gistaín, Huesca

Gistaín, Huesca

Gistaín, Huesca

Gistaín, Huesca

Gistaín, Huesca

Gistaín, Huesca

Gistaín, Huesca

Gistaín, Huesca

Ahora tomamos el desvío para llegar hasta Bielsa, a unos 20 minutos.
En nuestra opinión, este pueblo no tiene mucho que ofrecer visualmente, y a no ser que sea de paso, su visita no es imprescindible.


Bielsa, Huesca

Bielsa, Huesca

Bielsa, Huesca

Bielsa, Huesca

Bielsa, Huesca

Bielsa, Huesca

Bielsa, Huesca

Bielsa, Huesca
Bielsa, Huesca



Bielsa, Huesca

Y aquí acaba nuestro fin de semana de San Juan en el Sobrarbe de Huesca, y con ganas de volver muy pronto para seguir disfrutando de sus preciosos paisajes...