Un año más, nos escapamos por San Juan huyendo de los petardos y fiestas del litoral para buscar un poco de paz y diversión para los ojos. ¡Y qué mejor que un pequeño circuito por el Noroeste de Aragón y parte más oriental de Navarra!
Nos decidimos por visitar la comarca de Cinco Villas y
Sos del Rey Católico nos pareció el lugar idóneo para alojarnos ya que está situado a una distancia razonable de los sitios turísticos de los alrededores.
Como siempre, reservamos por
Booking (para poder cancelar en caso de) y encontramos una buena oferta en el
Hotel Vinacua con buenos comentarios,
132€ dos noches con desayuno incluído (57€/noche + desayuno 4,50€/pers).
Al cabo de unas cuatro horas de ruta en coche, cruzando un parque eólico grandioso, y por una carretera en bastante mal estado, llegamos por fin a
Sos del Rey Católico. El
Hotel Vinacua se encuentra en la entrada justo del mismo. No tiene aparcamiento privado, pero como no es aún temporada alta, encontramos un sitio para aparcar muy cerquita. Cogemos el equipaje y nos dirijimos a la recepción del hotel. Pero resulta que está completamente vacía! Hay un cartelito en el mostrador que nos indica que si no hay nadie, hay que dirigirse al restaurante Vinacua a unos metros.
Por no pasearnos con la maleta, la dejamos otra vez en el coche, y para allá vamos! Nos atiende un camarero agradable que nos invita a pasar al comedor para comer. Sabe que venimos para hacer el check-in, pero como ya es hora de comer y el personal está completamente volcado con el restaurante, tendríamos que esperar a que acabaran o que se molestase alguno para atendernos en recepción. Así que como teníamos intención de probar el restaurante, aunque nos sentimos algo cohibidos por la circunstancia, vamos a probar el menú.
El restaurante es bonito, con una decoración moderna barroca, y dispone de varias salas: comedor grande, parte cafetería y barra, y pequeño comedor en el fondo para huéspedes del hotel para tomar el desayuno.
El menú es muy sencillo (3 primeros y 3 segundos a elegir + postre) y el precio algo elevado pero normal por el sitio turístico 12€ + IVA. Elegimos los garbanzos con chorizo, buenos, y la ensalada variada, sencilla pero fresca. Y de segundo, merluza a la romana, un filete generoso, y jarrete de cordero, bueno también, cada plato acompañado por patatas fritas. Los postres bien también aunque no memorables ya que no los recuerdo, creo que eran tarta o flan. El servicio no fue de los mejores, no por la falta de rapidez sino porque la camarera parecía tener un mal día y no sonreía ni a las de tres, sólo dejaba los platos y listo.
Fue una comida sencilla y rápida como para hacer tiempo antes de registrarnos en el hotel y poder acomodarnos antes de nuestra visita por el pueblo. Pero aunque la carta bastante extensa y variada (pizzas, hamburguesa, tapas, platos etc...) con sus precios estaba anunciada en el rellano de las plantas del hotel, no nos dio ganas de repetir otro día por el ambiente tan frío.
Al ver que habíamos terminado la comida, el camarero nos avisó de que podíamos dirigirnos al hotel dónde la recepcionista ya se encontraba. Y eso hicimos. Nos atendió muy amablemente, y nos dio mapas e información de los lugares que queríamos visitar.
Ya podemos subir a nuestra habitación, no es demasiado grande pero me parece perfecta para la ocasión. La decoración es moderna como me gusta, y la ventana da a las montañas y el campo, muy bonito paisaje. Sólo falta un banquito para el equipaje, y quizás una neverita para poder tener el agua fresquita, pero no imprescindible, hay armario, escritorio y tv. En cuanto al baño, hay de todo: gel, champú, peine, etc.. Y es amplio con una gran encimera, y una buena ducha, pero como suele ser recurrente en los hoteles, falta algún espejito más con mejor iluminación para poder maquillarse, una repisa en la ducha para dejar los productos, y una mampara que abarque mejor el rincón ya que la que hay de una sola hoja no es suficiente y cada vez que nos duchamos, se inundaba buena parte del suelo, sin contar que no hay soporte de pared y hay que mantener el mango en la mano para evitar que todo el agua se salga fuera. Referente a la cama, aunque siempre suelo viajar con mis almohadas, las que habían parecían muy cómodas, el colchón un pelín blando para mi gusto pero no se notaban los muelles ni nada así que dormimos bastante bien. Y sobretodo disfrutamos del silencio, aunque por la mañana hacia las 8h30-9h, se ponía en funcionamiento alguna máquina de una nave casi enfrente, pero no duraba mucho, así que no fue tan molesto puesto que a esa hora ya nos preparábamos para las excursiones previstas.
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Hotel Vinacua |
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Habitación 205 del Hotel Vinacua |
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Baño del Hotel Vinacua |
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Vista desde la habitación 205 del hotel Vinacua |
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Restaurante Vinacua |
Ya estamos listos para la visita de
Sos del Rey Católico. El pueblo es muy bonito con todas sus calles medievales, y balcones llenos de geranios le dan un toque de color. Está todo muy bien conservado y las calles limpias.
Nos dirigimos a la oficina de turismo ubicada en el Palacio de Sada y escogemos la visita a la Villa y al centro de interpretación ubicado en el mismo palacio por
6,40€/pers. Somos un grupito de unas 15 personas y emprendemos el camino tras nuestra guía que tampoco parece muy risueña. La verdad que nos sorprende la forma de ser de los habitantes bastante cerrada en comparación con lo habitual en Aragón, dónde la gente suele ser muy abierta y amable. Algún señor mayor paseando nos saluda y rompe con la seriedad de la mayoría, es agradable, pero en un pueblo que vive exclusivamente del turismo, se hace raro esta falta de expresión en muchas caras.
La visita es interesante, siempre viene bien saber lo que se está viendo, pero algo más de alegría la hubiera hecho más divertida. Acabamos el recorrido por Sos, y parece que somos los únicos en haber elegido también la visita del palacio. Ahí nos espera otra guía y una pareja de turistas más. La verdad que no vale la pena ver la Casa dónde nació Fernando el Católico, porque a pesar de alguna información, sólo hay paneles explicativos de la historia del rey católico, y pasamos de una estancia a otra para ver un audiovisual poco recreativo.
En su habitación de niño, hay una cuna de la época que se mece sola, algún poltergeist? Y la proyección no se ve muy clara. Bueno hemos dado la vuelta al palacio, y algo hemos aprendido aunque poco, pero recordando la serie de "Isabel la Católica", ya tenemos la historia más completa. Lo que nos sorprende es que si Sos del Rey Católico es tan importante por ser el lugar de nacimiento del rey más emblemático de España, ¿por qué poca gente conoce el lugar o incluso su nombre no es de mucha fama? Como siempre, hay muchísimos pueblos que viven y sobreviven únicamente del turismo, y la falta de marketing es más que evidente, una pena ver las numerosas casa en venta y que estos pueblos se queden cada vez más desérticos y en el olvido. La falta de dinero incluso acarreo que se dejara de dar lugar al festival anual de música Luna Lunera tan famoso en este sitio. Lástima que nadie invente alguna alternativa para fomentar el desarrollo económico de estos lugares que deberían ser conocidos por todos, en vez de esperar a que las cosas cambien por sí solas. Bueno así es en todas partes.
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Portal de Zaragoza, entrada de Sos el Rey Católico |
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Palacio de Sada |
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Portal de la Reina |
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Casa de la Villa |
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Soportal Plaza Mayor, Sos |
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Iglesia de San Esteban |
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Iglesia de San esteban |
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Exteriores iglesia de San Esteban |
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Vista desde Sos |
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Tejados de Sos del Rey Católico |
Nos deleitamos paseando más tranquilamente por Sos, y perdernos por sus laberínticas callejuelas, y ya es hora de regresar al hotel para refrescarnos para la cena. Había pensado probar cada uno de los restaurantes del lugar, ya que por comentarios de Tripadvisor y otros, parecía que los mejores sitios estaban en Sos. Mientras nos preparamos para salir a cenar, llega una tormenta increíble, con viento huracanado y tornado incluido! Cae hasta granizo! menos mal que estamos en la habitación! Esperamos a que pase durante una hora en la que no se podían ver ni las montañas de enfrente.
Ya son las 22h, y si queremos cenar, hay que salir ya, no vaya a ser que nos pase como en Albarracín que la mayoría de los locales cerraban a las 22h!
Nos encontramos con que el
restaurante Mayor25, él que habíamos elegido para nuestra primera velada en Sos, estaba cerrado. Resulta que sólo abre el fin de semana, y parece ser que el domingo por la noche no forma parte.
La Cocina del principal tampoco estaba abierta, pero es que ni había cartel que lo pusiera, simplemente todo estaba cerrada a cal y canto. Así que no nos quedaba más opción que ir al bar de la entrada que parecía algo cutrecillo, pero lo importante era poder cenar algo. Pues bien, como suponíamos ya que los demás restaurantes estaban cerrados, el
Bar Landa estaba bastante lleno, así que tuvimos que esperar un rato en la barra a que se liberase una mesa. La decoración es bastante antigua, pero tiene bonitos cuadros de cerámica del pueblo en las paredes. Luego los dueños son muy agradables y les gusta hablar mucho! pero siempre es bien recibido un trato abierto y amable.
Tienen una carta dónde hay bastante para elegir, entre tapas, platos combinados, ensaladas, bocadillos, tostadas, está muy bien, y el precio de los mejores. Nos decantamos por probar las patatas bravas, el variado de pinchos y los huevos rotos con jamón y foie gras. Tuvimos que esperar un poco para tener todos los platos, y es que por la noche, la dueña se ocupa sola de la cocina, pero valió la pena porque todo estaba buenísimo! El postre, el flan de requesón está de lujo, muy ligerito después de esa cena. Se lo trae un proveedor al que le han ido aumentado el pedido ya que es el postre más demandado. Añadiendo dos vermuts, dos bebidas y un café con hielo, la cuenta nos salió por
28€ la pareja, o sea que muy asequible.
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Carta del bar Landa de Sos del Rey Católico |
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Carta del Bar Landa de Sos el Rey Católico |
Segundo día en Sos del Rey Católico, la noche ha sido tranquila y silenciosa. Se escucha durante un rato el ruido de alguna máquina de una nave en frente, pero poco dura. Ya estamos listos para probar el desayuno del Vinacua.
Llegamos al restaurante y nos dirigimos al comedor de los huéspedes, estamos sólos, la mesa está lista con mermeladas y mantequilla. En seguida nos atiende el señor de la barra que nos trae un plato con dos bocadillos de tortilla y chistorra, uno con napoiltanas de chocolate y bizcocho, y una panera con tostadas calentitas. de bebida, zumo de naranja natural y café o lo que queramos. Vamos que un desayuno super completo! Aunque algunos echaran en falta algún lácteo o fruta, a nosotros nos pareció perfecto para aguantar toda la mañana hasta la hora de comer. Como siempre nos falta algo de simpatía por parte del personal, pero lo importante es tener contento el estómago ahora mismo.
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Desayuno del hotel Vinacua |
Dejamos los bizcochos porque ya no nos cabe más, y emprendemos nuestra ruta hacia el
Castillo de Javier a unos 21km de Sos, abre todos los días. Como nos dijo la recepcionista del hotel, las carreteras de Navarra son "otro mundo", y comprobamos que están en mucho mejor estado que las de Aragón.
Llegamos a Javier y dejamos el coche en el parking de lo que parece ser un pequeño complejo anexo al castillo. Es un lugar de paz, con hotel y restaurante muy bonitos por fuera. Y aquí está...en una esplanada se aparece ante nosotros el
Castillo de San Francisco Javier...precioso!
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Castillo de Javier |
Nos deleitamos con la vista de los exteriores, parece que hay muy pocos turistas hoy, mejor, la visita se hará más placentera siendo tranquila. No vemos la indicación de la entrada, así que decidimos volver a la oficina de turismo que hemos dejado atrás, pero ésta se encuentra cerrada, parece ser que se comparten con el pueblo de Sangüesa. Pues, nada, probaremos a entrar directamente al castillo, y ahí está la recepción! La visita es por libre y podemos coger un audio-guía por
4,25€ por persona, así que no lo dudamos, la visita se hará más interesante si sabemos lo que estamos viendo.
A cada estancia, se nos da explicaciones de la historia del castillo y de la vida de San Francisco Javier. Se empieza por unas escenas o Dioramas representando la vida del santo, y en otras estancias dónde Javier pasó parte de su vida, hay muebles de la época y retablos, maquetas. Las vistas desde arriba son inigualables, estamos en el prepirineo. Acabadas la toma de fotos oportunas, salimos del castillo para ver la Basílica anexa.
Os recomiendo la visita del Castillo de Javier, no os defraudará, está muy bien conservado, y es de los más bonitos de España.
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Basílica |
Antes de dar una vuelta por
Sangüesa, ruta del camino de Santiago, queremos ver el embalse de
Yesa y admirar el paisaje desde ahí, pero resulta imposible ya que la carretera está cerrada por culpa de las obras del embalse, las mismas que parecen no tener contentos a los vecinos del lugar.
Llegamos a
Sangüesa entonces, nos avisaron de que no se trata de un conjunto monumental sino que tiene algunos monumentos esparcidos por el pueblo. No se ha respetado la arquitectura medieval de las viviendas y por eso, no se aprecia de la misma forma el esplendor de los vestigios, como la Iglesia de Santa María la Real, la Casa Consistorial en la calle Mayor, calle de comercios, alguna otra casa y palacio señorial como el Palacio del Princípe de Viana.
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Iglesia de Santa María la Real |
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Casa Consistorial |
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Calle Mayor |
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Palacio del Principe de Viana |
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Cigüeñas disfrutando de la torre del palacio del Principe de Viana |
Es hora de la comida, y esta tarde queremos ir a
Olite a ver uno de los castillos más bellos de España! Nos volvemos a Sos para refrescarnos un poco en el hotel y de paso comer. El calor aprieta y no tenemos mucha hambre, así que no nos llama el chuletón de "La cocina del principal", y además, no todos los comentarios de la Red son buenos. Por lo tanto, preferimos volver al
Bar Landa dónde sabemos que podremos picar algo y a buen precio.
Nos instalamos en la terraza de madera, dónde por suerte se prohibe fumar y podremos disfrutar del paisaje y el airecillo que corre. Preguntamos por la ensalada de la casa, y la dueña nos explica que es según la imaginación de la cocinera. Pues adelante a por una grande que compartiremos, añade unas croquetas, y las rabas de calamar!
La ensalada es enorme y lleva de todo: olivas, crudités, frutos secos, caramelo, virutas de foie gras, pimiento, espárragos buenísimos, y hasta fruta escarchada, qué gracia.
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Ensalada de la casa del Bar Landa |
Pues la ensalada pasa de lujo! Las rabas y las croquetas muy buenas también, y ¿por qué no acabar con otro flan de requesón?
Parece que todos los comensales se sienten satisfechos, la verdad que se come muy bien, y cuando aprieta el calor, siempre apetece algo fresquito, ligero y para todos los gustos. Y también por qué no decirlo, a un precio inmejorable por una zona turística como ésta. Pero si preferís probar algo más de la región o algún menú degustación, La Cocina del Principal, a unos metros más, ofrece uno por
25€ por persona. Eso según gustos, apetito del momento, y bolsillo. También parece que el interior es de ambiente medieval. Pero bueno, a veces la prioridad es otra.
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Menú degustación de La Cocina del Principal |
Satisfechos con nuestra comida, retomamos nuestro camino para ir a
Olite, pueblo de Navarra a unos 56km de Sos. La ruta se hace amena con tan bellos paisajes, y en menos de una hora, estamos ahí, a los pies de un palacio precioso digno de un cuento de princesas!
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Palacio Real de Olite |
Llegamos justo a tiempo para la hora de la visita guiada (
4,90€/pers) y emprendemos el recorrido con la guía y dos jóvenes turistas más. Por dentro, las estancias están vacías, sin muebles, ya que es un palacio que fue completamente restaurado. Pero el conjunto es una preciosidad, conforma el Palacio Viejo, actual Parador Nacional de Olite que sólo se puede visitar siendo cliente del mismo, las ruinas de la Capilla de San Jorge, y el Palacio Nuevo, él que se visita.
El Palacio nuevo se construye a comienzos del s. XV, obras impulsadas por el rey de Navarra Carlos III el Noble y su esposa Doña Leonor de Trastámara. Y está formado por un conjunto de patios, estancias, fosos y jardines, rematados por numerosas y pintorescas torres a las que también se puede acceder. Y nosotros no dejamos rincón por descubrir! Ni deciros la de fotos que hicimos! No os lo perdáis porque seguro que os encatará incluso a los niños que cuando vean la casa de juegos que mandó construir el rey para sus hijos recreando un pequeño palacio, os pedirán el mismo en el jardín!
La tarde ha sido muy placentera, y por un momento nos sentimos dueños de este Palacio de ensueño.
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Entrada al Palacio Real de Olite |
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Palacio Viejo, Parador Nacional de Olite |
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Jardín colgante del Palacio de Olite |
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Pequeño palacio de juegos de niños del Palacio de Olite |
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Capilla de San Jorge, y vista de la Plaza de Carlos III el Noble |
Nos despertamos del sueño, y damos un paseo por los alrededores del Palacio.
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Pozo de hielo del Palacio de Olite |
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Capilla de San Jorge |
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Palacio Viejo de Olite, Parador Nacional
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Casa Consistorial de Olite |
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Plazo carlos III, Olite |
Y siguiendo la ruta de regreso, vamos hasta el pequeño pueblo de
Ujué, s
ituado en la Zona Media,es uno de los principales lugares de culto navarro y espectacular mirador sobre la cordillera pirenaica y la planicie de la ribera.
Perdido en lo alto de una meseta, embriagado por una aparente soledad se alza Ujué, un bello pueblo medieval de estrechas calles que recorren pronunciadas cuestas para concluir, en lo alto, ante el Santuario-Fortaleza de Santa María de Ujué, monumento nacional y una de las manifestaciones más importantes de la arquitectura medieval en Navarra, y protagonista de una bella leyenda, arraigada en la tradición local, atribuye el origen de Ujué al milagro vivido por un pastor que se hallaba cuidando su rebaño, Cuando fue atraído por el vuelo de una paloma que repetidamente entraba y salía de un agujero, incitando al pastor a mirar en el, así pues el pastor trepó hasta el lugar y descubrió allí una imagen de Santa María. Atraídas por el hallazgo las gentes de los poblados vecinos decidieron asentarse en el lugar de la aparición para así cuidar y honrar a la virgen, dando lugar al nacimiento de Ujué.
Nos recibe majestuosa la Iglesia-fortaleza de Santa María. No hay nadie, y todo está abierto así que la visitamos gratis. Nos detenemos admirando el paisaje que se ofrece ante nosotros.
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Fortaleza de Santa María de Ujué |
Salimos del Santuario y damos un paseo breve por la calle más próxima, y nos detenemos para disfrutar de este balcón que nos deleita con una estampa colorida del Prepirenaico.
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Ujué |
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Vista de la cuenca prepirenaica desde Ujué |
De regreso a Sos del Rey Católico, nos detenemos un instante en lo alto de
San Martín de unx, dónde tomamos una panorámica del lugar. Ya se hace tarde y las nubes negras avanzan rápido, mejor volver al hotel cuanto antes.
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San Martín de Unx
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Antes de ir a cenar, nos damos otra vuelta más por Sos. De noche es otra estampa, como si las paredes de piedra susurraran voces de antaño...
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Rebaño de ovejas pasando delante de nuestra ventana, y el perro viene a saludarnos |
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Parque de Sos |
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Fábrica de chocolate de Sos |
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Nos recuerda a la famosa foto de Albarracín |
Hora de cenar y para el
Bar Landa vamos ya que el Restaurante Mayor25 sigue cerrado toda la semana. Aquí no importa San Juan, y ¡cómo se agradece ese remanso de paz!
Nos instalamos otra vez en la terraza dónde se está fresquito, ya que la temperatura por la noche baja bastante, y observamos el espectáculo natural de sombras y luces a lo lejos que anuncia la aproximación de una tormenta.
De cena: tostada de queso con anchoas, se trata de pan fino tostado, así que más bien es un tentempié, y repetimos los huevos rotos con jamón y foie esta vez casi imperceptible, lástima. El servicio es lento, otra vez está la dueña sóla sirviendo y en la cocina. Bueno no hay prisa, pero en época de máxima afluencia turística, espero que tenga algo de ayuda.
De postre, decidimos probar las tartas de chocolate y la de queso con arándanos, pero desde luego que como el flan de requesón nada, ya que son simples como el típico bizcocho industrial. Bueno teníamos poca hambre, así que la cena fue ligera como deseada.
La jornada ha sido larga y calurosa y el sueño asoma. El hotel sigue en silencio...
Tercer y útlimo día por Aragón. Una buena ducha para empezar el día, falta un soporte alto de pared y la mampara que impide que todo el agua se salga e inunde el baño se echa en falta también. Bueno no todo iba a ser perfecto, por lo menos, las toallas no parecen estropajos como en muchos hoteles.
Listos, la recepcionista está en su puesto, parece que sólo quedamos nosotros en el hotel. Pagamos nuestra estancia, y nos da las gracias. Sin más, dejamos el equipaje en el coche, y a por nuestro famoso y contundente desayuno!
Mismo ritual del día anterior, esta vez tenemos croissants y bizcocho con pepitas de chocolate, un pelín seco, nada irremediable con algo de mermelada. Y dos bocadillos de tortilla con bacon que pasan muy bien, y que no falten las tostadas!
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Desayuno del Hotel Vinacua, Sos del rey Católico |
Nos despedimos de Sos del Rey Católico, muy satisfechos con nuestra pequeña estancia en este lugar casi mágico por la historia bien conservada que reflejan sus piedras.
Dirección:
Uncastillo, conjunto histórico-artístico, a 23km de Sos.
La carretera en mal estado pasa bastante rápido entre parques eólicos, sierra, campos de trigo dorado y montañas.
Visitamos Uncastillo por libre, con sus calles casi desiertas. El pueblo tiene media docena de iglesias románicas y restos de un castillo de época, la Torre del homenaje. Recorremos sus empinadas calles con ambiente medieval y nos detenemos ante alguna casa-palacio.
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Iglesia de Santa María de Uncastillo |
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Uncastillo |
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Torre del Homenaje del castillo de Uncastillo |
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Vista de Uncastillo desde las ruinas del castillo |
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Iglesia de San Martín de Tours, Uncastillo |
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Iglesia de San Martín de Tours, Uncastillo |
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Casa consistorial, Uncastillo |
De nuevo en la carretera para descubrir un paraje natural increíble en
Luesia, a 810 metros de altitud. Como no está bien señalizado, (sólo hay una señal que indica un antiguo asentamiento del s.XI, el Corral del Calvo), nos pasamos la entrada al camino que lleva hasta el
Pozo de Pígalo ubicado a unos 7km de Luesia. Vemos una pequeña panorámica del pueblo que parece haber caído en el olvido. Damos la vuelta para encontrar la entrada al camino de tierra y piedras que lleva a nuestra meta. La verdad que entre los agujeros de la carretera, restos de lluvias anteriores y piedras que evitar, la pista no es de lo más agradable, seguro que en 4x4 mucho mejor, pero lo que nos espera a la llegada valdrá sin lugar a dudas la pena.
No hay a penas indicaciones en el camino así que seguimos con paciencia y pasamos los pequeños puentes sobre el río Arba de Luesia, hasta que nos encontramos con una pequeña señal de madera para girar a la derecha dirección Pígalo. Aún queda un trocito, y ya estamos! Hay un primer parking, hay que decir que en ese lugar tan recóndito, hay un camping. Es sorprendente que se haya dado licencia para ello en un lugar que debería ser preservado al máximo del paso del hombre.
Preferimos seguir un poco más a ver si podemos aparcar más cerca del pozo, ya que unas nubes negras tremendas están invadiendo el cielo y no auguran nada bueno. Y ya llegamos al pie del camping dónde hay un parking muy grande, y hasta un autocar que parece mentira que haya podido llegar hasta ahí. Hay unos cuantos chicos jóvenes, de excursión de fin de curso probable.
Justo llegamos que se pone a llover muy fuerte y tenemos que esperar media hora a que amaine un poco, tampoco queremos haber llegado hasta ahí para no ver este rincón encantado protegido entre montañas y sierras. Nos cubrimos un poco y vamos con entusiasmo a descubrir lo que la naturaleza ofrece cuando el hombre sabe respetarla.
No hay lugar a decepción, es precioso! y pese al mal tiempo, la vista del agua limpia y pura da ganas de echarse un chapuzón en comunión con la naturaleza. Hay que decir que son unas piscinas naturales en las que está autorizado el baño, y nos alegra ver que todo está limpio y respetado como debe ser. Bueno quizás otra vez podamos deleitarnos en sus aguas. Ahora, nos impregnamos de ese bello recuerdo fotográfico...
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Pozo del Pígalo, Luesia |
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Pozo del Pígalo |
Y con la tristeza de que se acabe ya el tiempo de disfrute, emprendemos el viaje de regreso por la misma pista de tierra cruzando barrancos. Antes de dejar Luesia en el recuerdo, nos detenemos cerca de la Iglesia de San Salvador presidiendo desde lo alto de su montículo, para poder comer en algún sitio. Los comentarios en cuanto a los locales del pueblo no son alagadores, pero son cerca de las 15h, así que no tenemos mucha opción. Entramos en el
Bar-restaurante el Canguro, local grande pero igual que el pueblo muy desierto! hay una sóla mesa ocupada. Sale la dueña y nos propone la mesa contigüa, y nos comenta el menú que consiste en dos entrandes y dos segundos a elegir: menestra de verdura o macarrones, y bacalao a la vizcaína o bistec. Elegimos los dos entrantes y el bacalao los dos. La cantidad de moscas volando y posándose se hace muy desagradable y no dan buena imagen al local que parece lo que ciertamente es. Los platos no son de lo más delicioso, y demasiado llenos. Los macarrones están algo pasados y la menestra con sabor a exceso de pimienta, pero se dejan comer. Y lo que es del bacalao, está muy duro pasado de coción, así que lo dejo casi todo. De postre, flan chino y helado de limón industrial. Con un café, todo por 22€, lo que resulta caro por la falta de calidad y la poca elección. Pero objetivo alcanzado: comer algo.
Antes de abandonar el local, los señores de al lado se interesan por nuestro lugar de residencia y se asombran de que turistas de todas partes vengan hasta ahí a conocer el sitio. Bueno hoy en día, Internet hace milagros, aunque no solventa las carencias de calidad hotelera ni infraestructurales.
No queremos demorar más nuestro regreso ya que nos gustaría poder visitar
Ejea de los caballeros antes de que la lluvia nos alcance. Por desgracia, llegamos a Ejea desolados por el mal tiempo, pero a la vez contentos de haber podido disfrutar casi a lo máximo de nuestro circuito por las tierras de Aragón y Navarra.
Nos vamos dirección autopista de regreso a casa con cierta nostalgia y tristeza por reencontrarnos con la rutina y el ruido de las fiestas de la costa de las que huimos encantados. Pero con la certeza de que aún nos espera mucho por descubrir y pronto estaremos de vuelta por las carreteras de este bonito país que es España.
Hasta la próxima...