Y empieza el segundo día de excursiones en el
Matarraña. No hemos descansado muy bien por culpa de las almohadas poco cómodas, pero levantarse con estas vistas al abrir las compuertas de las ventanas, desde luego que no deja de asombrarnos. Y a lo lejos observamos unas aves rapaces sobrevolando la montaña. ¡Parece un sueño poder despertar con estas vistas!
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Vista desde el Hotel Mas de la Serra |
Vamos a por el desayuno del
Hotel Mas de la Serra. No hay mucha oferta en el desayuno buffet: algún yogur, cereales, sólo leche entera, zumo de naranja natural, café, queda un croissant duro, pan sin tostadora alrededor, trozos de piña, y sobrasada. Llega Luis, el gerente, y muy amable como siempre, nos pregunta si hemos descansado bien. Luego nos ofrece unos huevos revueltos con bacon.
Echamos de menos en este desayuno la esencia de las casas rurales con más diversidad en productos de la zona y algo casero.
Pero ya con el estómago listo para emprender la nueva ruta del día, nos dirigimos a
Beceite por el camino que lleva al
Embalse de Pena. El camino se recorre con prudencia por su estrechez y doble sentido pero la escolta fortuita de un 4x4 delante nos viene muy bien para prevenir posibles encontronazos.
Llegados al embalse, no podemos detenernos para hacer una foto del muro de la presa de una bonita arquitectura, pero al pasar por el otro lado, hay un pequeño mirador o en un lado de la carretera, podemos parar un momento para disfrutar del paisaje.
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Embalse de Pena, Beceite |
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Embalse de Pena, Beceite |
Seguimos la ruta y cruzamos el pequeño pueblo de Beceite, lleno de gente en esta fecha, en dirección a
El Parrissal, indicado desde la plaza de la Ermita Sta Ana. La pista forestal de 6km sigue el río Matarraña y el paisaje se hace cada vez más espectacular, y llegamos a un parking regulado dónde te preguntan si vas a seguir con el coche o andando, y te avisan de que no se puede hacer el recorrido habitual hasta el final, ya que por culpa de los diluvios recientes, ya no queda más que una pasarela y una roca bloquea el camino.
Como no somos senderistas asíduos, decidimos seguir los 6km en coche y pagamos 4€, dinero que contribuye a salvaguardar el lugar y controlar la concurrencia ya que como siempre, la masificación hace que estos parajes únicos vayan desapareciendo.
Dejamos el coche, y nos quedan unos 800m andando por una camino muy practicable para todos. Una señal indica unas pinturas rupestres en las inmediaciones, las cuales no visitamos. Y seguimos por la ruta botánica.
Ya llegamos a la cascada de
El Parrissal. Pasamos con precaución la pasarela hecha con dos troncos para poder ver el último tramo. Si no hay demasiados espectadores y tenéis calzado adecuado para no mojaros los pies, podéis seguir por el río arrimándoos a las rocas de la ladera del curso del río. Y así poder apreciar la cascada de más cerca, aunque con un buen zoom, podéis salvaguardar las vistas. Luego ya os toca decidir si queréis trepar a las rocas e ir más adelante.
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Piscina natural El Parrissal, Beceite (img web) |
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Camino del Parrissal, Beceite |
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El Parrissal, Beceite |
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El Parrissal, Beceite |
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Camino del Parrissal, Beceite |
Ya toca regresar, tenemos reserva en el restaurante
La Fábrica del Solfa (tfno: 620217120, también se puede reservar por web:
www.fabricadesolfa.com/) en Beceite a las 14h, así que ¡Vámonos que el hambre ya asoma!
El restaurante se ubica en la misma plaza de Santa Ana. Es también alojamiento rural. Nos acogen con gran amabilidad y nos dejan elegir una de las dos mesas para dos reservadas, todo el local, bastante amplio, está reservado. Os recomiendo otra vez que si pensáis ir en fechas señaladas, reservad con antelación u os quedaréis sin mesa.
Ya tenemos nuestro rinconcito, y nos traen una tapita de aperitivo con anchoa y aceite con ñoras.
La carta se compone de pocos platos y dos propuestas del día, pero no hacen falta más. Yo elijo la ensalada de salmón ahumado con fresas, muy buena con su propio aliño, y para mi marido serán los canelones de confit de pato, manzana y foie, muy finos y deliciosos.
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Canelones de confit de pato, manzana y foie,
La Fábrica del Solfa en Beceite |
De segundo, solomillo asado relleno de longaniza con salsa de verduras y reducción de Pedro Ximénez. Está riquísimo pero ¡no puedo con el solomillo entero! la ración es demasiado grande, con la mitad era perfecto.
El ternasco en su propio jugo con patatas panaderas está igual de suculento. Y la atención recibida es excelente! a pesar de que la sala ya está llena, se preocupan en todo momento por saber si todo está de nuestro gusto.
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Solomillo asado relleno de longaniza con salsa de verduras y reducción de Pedro Ximénez,
La Fábrica del Solfa, en Beceite |
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Ternasco con patatas panaderas, La Fábrica del Solfa en Beceite |
De postre, un flan de café y un sorbete de cítricos aportan el frescor adecuado para la digestión. Estaba todo perfecto, y el precio desde luego que también:
54€ por tan buen servicio y tan buena cocina, los merece sin duda! Os recomiendo
la Fábrica del Solfa si vais por Beceite, no os defraudará. Y si vais al lavabo de señoras, ubicado al lado del ascencor en la planta baja, abrid la ventana, las vistas son increíbles!
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Vista desde el restaurante La Fábrica del Solfa en Beceite |
Los anfitriones nos animan a salir por la puerta acristalada del restaurante para admirar estas estupendas vistas del puente de piedra del S.XV y XVI sobre el río Matarraña, con un solo ojo que mide 15 metros de alto. La fuerza del agua fue aprovechada antaño para mover las ruedas de distintos molinos: harineros, almazaras, papeleros, centrales hidroeléctricas...
Podréis apreciar también las distintas construcciones de los alrededores y daros un paseo por este precioso pueblo con vestigios medievales y varias opciones de alojamiento rural, como
Casa Catalina a un precio muy asequible en Booking.
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Puente de piedra de Beceite |
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Beceite |
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Beceite |
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Beceite |
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Beceite |
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Beceite |
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Beceite |
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Lavaderos, Beceite |
Visitado el pueblo, nos dirigimos ahora hacia
La Pesquera. Aquí tenéis que tener paciencia con el camino forestal, más adecuado para coches todo terreno, pero otra vez, con prudencia y despacio, el recorrido se lleva como una aventura a lo largo del río Ulldemó y admirando las montañas y los bosques que lo rodean. Pensad que cuanto más lejos vayáis con el coche adentrandoos hacia la montaña, el desnivel hace que el paisaje sea más digno de ver aún.
A lo largo de la pista, hay algunos huecos y pequeños parkings para dejar el coche y ver las piscinas naturales. Pero si llegáis hasta el final, hay un parking más amplio. Luego podéis disfrutar del torrente, poner los pies en agua bien fresquita! También podéis seguir andando hasta dónde lo veáis oportuno, y podéis subir a un mirador, eso sí, hay que tener zapatos adecuados para el trekking por la montaña.
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La Pesquera |
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Vistas en el camino de la Pesquera |
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La Pesquera |
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cruzando el río Ulldemó en La Pesquera |
La tarde ha pasado rápido en este entorno tan embriagador, así que antes de que se haga de noche, preferimos retomar el camino de vuelta. Y regresamos a
Fuentespalda para detenernos un rato en el pueblo y ver alguna calle antigua o su plaza con la iglesia. Y la jornada de excursiones acaba por hoy.
Se impone una buena ducha, y con un poco más de elegancia en el vestuario, nos dirigimos al comedor para ver con qué platos nos sorprende esta vez Jenny, la mujer de Luis y cocinera del Mas. Nos sirve su hijo, muy extrovertido y agradable siempre. Esta noche, toca pastel de verdura, y chuleta de cerdo de buen tamaño en salsa de pimienta, un pelín demasiado suave para mi gusto, y su guarnición. El postre parecido a un tiramisú con fresas está muy rico también.
Y mientras nos tomamos unas infusiones, Luis nos hace compañía hablándonos del lugar, de los proyectos en mente, y de su afán por contentar al huésped. Una velada muy agradable que por la hora debe llegar a su fin. Mañana nos espera una ruta de regreso con paradas con gran valor para la retina!
Listos para el último desayuno en el
Hotel Mas de la Serra. Esta vez, hay más elección, tenemos jamón a parte de la sobrasada y el queso, pastel, pan ya tostado, los huevos revueltos con bacon siempre ofrecidos, y como ya sabemos cómo proceder, pedimos que repongan zumo y alguna cosa más.
Pagamos la cuenta a Luis, los 32€ sin iva por persona de las cenas se nos quedan un poco atragantados por su precio excesivo. Luis se despide de nosotros con mucha simpatía, en un principio le dijimos que pensábamos volver en verano al ser posible para disfrutar de la piscina desbordante, pero la verdad es que el precio no resulta nada atractivo para repetir la experiencia con esa necesidad de mejorar las comodidades acordes al precio de la estancia.
Sí que el entorno es casi mágico y el trato estupendo, pero hay muchas otras ofertas hoteleras en los alrededores con mucho encanto también y por mucho menos gasto. Así que quién sabe, igual algún día volvemos por aquí, pero de momento, probaremos otras ofertas y descubriremos otros paisajes.