Quisiera hacer un inciso:
Cuando empecé este blog hace ya casi 4 años, lo hice por
mi gran afición al turismo, y por mi afán de aconsejar y ayudar a otros
viajeros a poder elegir un buen establecimiento hotelero, y excursiones que
valen la pena, tal y como yo aprecio enormemente poder encontrar información en
otros blogs de viajeros que se toman la molestia de relatar su experiencia.
En ningún momento, pretendo, ni en mi blog ni en ningún
otro comentario que pueda dejar en la Red, dañar la
imagen de ningún establecimiento ni procesar críticas infundadas. Simplemente,
con educación y argumentos descriptivos, tengo la esperanza de que el
propietario del mismo pueda aprender de ello para rectificar y mejorar en sus
atenciones a sus clientes, como muchos lo han entendido y lo aprecian ya que les
ayuda en su negocio, y a la vez a contentar a sus huéspedes.
Pero como hay de todo en este mundo, supongo que algunos
se toman los comentarios como algo ofensivo y dado que no tienen argumentos
para rebatir dichas críticas, prefieren dedicarse a menospreciar al cliente sin
pararse a pensar dos veces antes de verter mentiras para intentar desprestigiar
dichas críticas. Ya sólo pensar que estos clientes podrían volver o recomendar su
establecimiento a otros viajeros. Y por eso, muchos se han visto quebrar. Pero supongo
que no todos tienen el mismo sentido de los negocios, e igual deberían dedicarse a otra cosa.
Para cualquier establecimiento hotelero, sin importar su categoría, hay una regla básica de tres:
Limpieza, Comodidad, y Trato.
Limpieza, Comodidad, y Trato.
A partir de ahí, los clientes tienen derecho a opinar en base a su propia experiencia. Luego, se elegirán más o menos estrellas según las instalaciones, servicios esperados, decoración o marco más lujoso que se desee, pero en ningún caso, se le puede ofrecer al cliente algo defectuoso porque sea un alojamiento más humilde ni por desconocimiento del mantenimiento del mismo.
Dicho esto, me debo de ser sincera con mis lectores, y por
mucho que lo que escribo no deja de ser mi propia impresión y experiencia, que
no absoluta, no dejaré de serlo sólo porque a algún hotelero, le parece mejor
mostrarse hipócrita delante de sus huéspedes para luego difamarlos en la red
inventándose historias.
Y aunque a cada cual su consciencia, como no aguanto la
injusticia ni la falsedad y menos la falta de profesionalidad, me debo de
explicar lo que pasó con este alojamiento. Y aquí va mi experiencia personal:
No es culpa del cliente
Si:
-Al reservar y al comunicarse con el hotel para preguntar
si no hay problema para usar el horno del apartamento que se ha reservado, el hotelero
contesta muy escueto, sin aprovechar la ocasión para indicar el itinerario a
seguir hasta su establecimiento, como hacen muchos otros propietarios atentos
con sus clientes.
Este hotelero espera a que el cliente esté en medio de la
carretera el mismo día, con la imprudencia y estrés que conlleva, para llamarle
y decirle que no haga caso del gps porque se equivoca. Nos dice que nos espera
en una plaza. Nos dirijimos al sitio después de desviarnos un poco, cosas que
pasan al no conocer el pueblo, que por lo visto él tampoco conoce bien ya que
ni conocía la otra plaza en la que estábamos, muy cerca por cierto.
En fin, llegamos hasta la rotonda que nos indica, y ahí no
espera nadie más que otra persona perdida, Xátiva es principalmente peatonal y
no siempre hay indicaciones. Lo llamamos otra vez, y decide guiarnos por tfno
haciéndonos pasar por “una calle prohibida y con suerte que no nos multe la
policía”, por sus propias palabras.
Resulta que para llegar al parking que se encuentra en un
edificio diferente a los apartamentos, hubiera sido tan fácil como indicar la
calle y el número, lo que hizo tarde una vez llegados. Y comentar que tomando
la calle para subir al castillo, el parking está muy cerca, no estaría de más. Luego fue muy fácil encontrar la calle exacta a la vuelta de cada excursión sin cometer delito de tráfico alguno.
Este señor, supongo que ofendido por ponerle en la web de reservas una nota a la baja de 7,5 y tan diferente a la mayoría que le pusieron un 10, que aún no entiendo, aunque estos comentarios son muy breves y se suele tratar de una estancia de 1 noche, en fin, sospechas aparte, quiso responder a mi comentario de que sería más adecuado indicar el itinerario al reservar, alegando que no quisimos seguir sus indicaciones. Porque claro nos resulta mucho más gracioso perdernos. Creo que hicimos caso de sus indicaciones ya que en un momento llegamos, otra cosa que él no tuviera ni idea de dónde estaba la plaza de la fuente y no supiera guiarnos desde ahí.
Este señor, supongo que ofendido por ponerle en la web de reservas una nota a la baja de 7,5 y tan diferente a la mayoría que le pusieron un 10, que aún no entiendo, aunque estos comentarios son muy breves y se suele tratar de una estancia de 1 noche, en fin, sospechas aparte, quiso responder a mi comentario de que sería más adecuado indicar el itinerario al reservar, alegando que no quisimos seguir sus indicaciones. Porque claro nos resulta mucho más gracioso perdernos. Creo que hicimos caso de sus indicaciones ya que en un momento llegamos, otra cosa que él no tuviera ni idea de dónde estaba la plaza de la fuente y no supiera guiarnos desde ahí.
En fin, ahí está el dueño en la puerta del parking, y nos indica algo seco que
tenemos que subir a una planta concreta. Ahí nos atiende con premura porque lo
están llamando para comer. Son las 14h30-15h y el horario de entrada es a
partir de las 14h. No se nos preguntó en ningún momento post-reserva nuestra hora de llegada prevista, pero sí que al llamarnos en mitad del camino, se le dijo. Si esta persona tenía otros planes más que atender a sus
clientes, igual podría pensar en cerrar en estas fechas festivas como hacen
muchos otros establecimientos, porque ¡lejos de nuestra intención caer como un
pelo en la sopa!
Tiene por lo menos el detalle de decir que si necesitamos
información luego sobre Xátiva que se lo digamos. Le contestamos que siempre
vamos con la excursiones organizadas (como mucha gente supongo) pero que se agradece, si lo necesitamos le
pediremos más información. Y aquí me suelta que “entonces debo saber más que él
sobre Xátiva!”. No supe si tomarlo como un comentario desafortunado o una broma. Ahora ya lo tengo claro.
-Al llegar al apartamento, éste se encuentra muy frío,
por debajo de los 17ºc, porque el dueño no ha estimado oportuno preguntar la
hora de llegada y encender la bomba de aire para preparar el sitio para que estén
a gusto sus huéspedes, como hacen la mayoría de los alojamientos.
Añadir que la bomba de calor del único aparato de aire es de pésima calidad, no rinde ni al
máximo para un apartamento y menos con techos altos ya que el calor se queda arriba, y vibra a ratos dejando también que entren
olores exteriores. Tampoco hay radiador o calefactor en el baño, por lo que si no quieres
helarte al ducharte, tienes que dejar la puerta abierta.
-Al querer cocinar, el cliente se encuentra con la
campana de la cocina cubierta de un manto de polvo, la vitro con restos de
grasa pegados de los huéspedes anteriores, y la reja del horno se le queda pegada en
las manos de la grasa que lleva, por no mencionar la tabla de cortar que estaba pegada a la encimera por el agua que había debajo. Y al poner el horno en marcha, tiene que abrir la
ventana de par en par, en pleno invierno, por el olor a grasa quemado que se expande en todo el apartamento. Menos mal que lo traíamos casi todo
precocinado de casa para celebrar la Navidad. De haber sabido las condiciones, lo hubiera traído todo hecho, lección aprendida.
Pero si el dueño sabe que el cliente ha reservado un apartamento y no una habitación, y va a usar el horno, qué menos que asegurarse de que la limpieza de la cocina está correcta.
Pero si el dueño sabe que el cliente ha reservado un apartamento y no una habitación, y va a usar el horno, qué menos que asegurarse de que la limpieza de la cocina está correcta.
-Al querer poner el lavavajillas, no hay ni una sola cápsula, la verdad que no hay ni productos de limpieza y utensilios y menaje los justos (3 vasos, 3 platos, ni tazas de café que por 5€ encuentras en cualquier sitio). Como no iba a ir de compras al súper, se le pone unas gotas de fairy (inocuas), y al cabo de poco, nos damos cuenta
de que el aparato no ha arrancado, está bloqueado y no hay manera de pararlo
con el interruptor, mientras el motor sigue en marcha con el riesgo de
recalentarse. Y como el mini lavavajillas no está anclado a la pared ni fijado siquiera al mueble,
se balancea, incluso nos viene encima al abrir la puerta si no se tiene
cuidado, y en ese momento se para, lo que induce a un mal contacto seguro.
Abrimos, y platos sucios con un poco de espuma, lógico al poner detergente, repito unas gotas. Uso lavavajillas desde hace 20 años y está perfecto, me gusta cuidar mis electrodomésticos. El detergente no es para eso pero tampoco se va a estropear el aparato por una pizca de espuma nada exagerada que se pudo quitar en 2 segundos y lavar perfectamente el interior del aparato.
Abrimos, y platos sucios con un poco de espuma, lógico al poner detergente, repito unas gotas. Uso lavavajillas desde hace 20 años y está perfecto, me gusta cuidar mis electrodomésticos. El detergente no es para eso pero tampoco se va a estropear el aparato por una pizca de espuma nada exagerada que se pudo quitar en 2 segundos y lavar perfectamente el interior del aparato.
Claro que podíamos habernos callado y no avisar del fallo
a la empleada, pero como no había por qué
ocultarlo ni actuar de mala fe, con toda buena intención, se le notificó de ello. Igual no le gustó que fregara mis platos a mano ya que ella se propuso para hacerlo, y yo no vi por qué tenía ella que hacerlo.
Pues esta señorita no tuvo otra idea que decirle al dueño que como habíamos usado detergente, habíamos estropeado el lavavajillas, porque según ella, la espuma se endurece y provoca un tapón en la tubería. O sea no uséis Fairy para fregar los platos que se embozará el desagüe del fregadero! No sé, ¿igual usa Fairy mezclado con cemento o algo así?
Pues esta señorita no tuvo otra idea que decirle al dueño que como habíamos usado detergente, habíamos estropeado el lavavajillas, porque según ella, la espuma se endurece y provoca un tapón en la tubería. O sea no uséis Fairy para fregar los platos que se embozará el desagüe del fregadero! No sé, ¿igual usa Fairy mezclado con cemento o algo así?
En fin con su exageración y por lo visto su poco
conocimiento de limpieza en cocina,
supongo que el dueño que no tenía idea de nada se lo creyó. Y por eso no tuvo otro argumento en contra de mis afirmaciones sobre los fallos de limpieza de la cocina, que decidir maquillar la verdad inventándose que habíamos hecho la fiesta de la espuma con el lavavajillas. ¡Ojalá! Por lo menos algo
más ameno hubiera sido y no hubiéramos perdido tiempo con ello, cuando lo único que deseábamos era irnos de excursión lo más pronto posible.
Pues bien, ahí va la verdad de lo ocurrido:
No sé cómo pudo ver el dueño nada de espuma, ya que el mismo se
presentó horas después por la noche cuando el lavavajillas llevaba desde horas completamente
limpio. En ningún momento desbordó siquiera ninguna espuma del aparato, ya que se trataba
de muy poca cantidad, que de no haberselo dicho a la empleado, ni lo hubiera sabido que habíamos usado detergente. Que no fuera acertado echar unas gotas de Fairy a
falta de cápsulas, lo asumo, pero no venimos a fregar platos y mas cuando hay lavavajillas, se debe de procurar dejar lo necesario sin que tenga que reclarmarlo el cliente. Dicho esto, poca gente no lo habrá hecho alguna vez, y no
reviste de importancia si no es cuando se echa gran cantidad y hay que esperar
un día a que se deshaga sola. En ningún caso provoca un fallo de conexiones
evidente de placa electrónica o cables, que es exactamente lo que le estaba pasando al lavavajillas. Y no encontré importante indicar tal problema en mi comentario ya que simplemente, no era primordial tener lavavajillas, nos pareció una simple anécdota. Pero como el dueño no tenía forma de rebatir mis argumentos negativos, supongo que fue lo que se le ocurrió para desacreditarlos.
Cuando este señor vino por la noche a ver qué pasaba con
el aparato, aunque en un primer momento quiso endosarnos la culpa del fallo por el dichoso detergente, y se le explicó la cantidad mínima que se puso sin ninguna consecuencia sobre ese fallo eléctrico. Se comprobó y demostró delante de él mismo que el lavavajillas
tenía un mal contacto. No era difícil verlo cuando se encendía por sí sólo, y no había
manera de pararlo, a no ser que se moviera un poco de su sitio. El mismo consiguió ponerlo en marcha, y como no había manera de que siguiera con el ciclo de lavado porque se bloqueaba, decidió abrir
la puerta y moverlo, se cayó gran parte del agua al parquet de la cocina y el resto encima suyo. Por lo que fue a buscar una fregona mientras yo intentaba recoger el agua como posible. ¡Menos mal que no se le ocurrió decir que habíamos inundado la cocina!
Nos confesó que él no tenía ni idea de aparatos, ni
siquiera de usarlos, y que pocos clientes lo usaban, ya que pocos cocinaban porque se quedaban poco tiempo y sólo para dormir. Razón demás por la que no entiendo los fallos de limpieza en la cocina. ¿Como pocos cocinan, no se revisa nada ni se limpia? Claro que nosotros nos quedamos 3 noches y quisimos disfrutar de las comidas de Navidad en el apartamento ya que muchos restaurantes cierran este día.
Nosotros, siendo técnicos de instalaciones eléctricas y
de fontanería, haciendo lo posible para ofrecer un servicio serio, profesional
y con gran sentido de empatía hacia nuestros clientes, cosa que valoran y nos
felicitan por ello; al preguntarnos el dueño sobre lo que tenía que hacer ante el fallo del lavavajillas, le
aconsejamos llevar el aparato a reparar con la garantía de la que aún disponía,
y nos aseguró que eso mismo haría. Supongo que al contestar con amargura a mi
crítica, se le debío de pasar ese detalle.
El cliente sigue
sin tener la culpa cuando:
-Al abrir la puerta corredera de cristal del baño, se cae la manilla al suelo
porque a los que instalaron la puerta de cristal, se les olvidó hacer dos
agujeros para poder atornillarla y fijarla a ésta, y tuvieron “la brillante idea”, por
retomar las palabras empleadas por el dueño, de pegar la manilla de manera chapucera
con silicona al cristal!
Por supuesto, avisamos de lo ocurrido al dueño, porque
cuando hacemos turismo y vamos a un hotel con toda ilusión de pasar una buena
estancia, no nos dedicamos a vandalizar el lugar. Pero según su comentario en respuesta otra vez a la limpieza de la cocina,
rompimos la manilla de la puerta. Os puedo asegurar que la manilla está entera, la dejamos al lado del lavabo situado fuera del baño, y
si así lo quiere, la puede volver a pegar a la puerta tal y como estaba, hasta
que otro huésped se quede con ella en la mano otra vez.
Añadir como detalle que tuvimos que buscar otro rollo de papel higiénico en un cuarto de baño con algunos productos en la entrada del edificio, porque para 4 días de estancia, sólo teníamos un rollo a medio empezar, y tampoco estaba el inodoro sellado. Son detalles, pero se van acumulando. Aunque tampoco me pareció importante indicarlo en mi comentario, ya que no reviste de mayor importancia.
Añadir como detalle que tuvimos que buscar otro rollo de papel higiénico en un cuarto de baño con algunos productos en la entrada del edificio, porque para 4 días de estancia, sólo teníamos un rollo a medio empezar, y tampoco estaba el inodoro sellado. Son detalles, pero se van acumulando. Aunque tampoco me pareció importante indicarlo en mi comentario, ya que no reviste de mayor importancia.
-Al querer ducharnos por la noche, nos damos cuenta de
que no sale agua caliente. Viene el dueño y tras 10 minutos con grifos abiertos, por fin comprueba que así es, no vaya a ser que estemos mintiendo o no sepamos abrir el grifo correctamente. Como no entiende de calderas como él mismo dice, nos pregunta si es necesario que nos duchemos (después de un largo día de excursión) y
si podemos levantarnos a las 7h de la mañana para atender al técnico que vendrá
a ver qué pasa. Pues lo siento pero estamos de fin de semana de Navidades, y no
me apetece madrugar ni echarme en la cama sin ducharme!
Nos propone pasar a otra habitación, por suerte libre, y
aún tenemos que recordarle que necesitamos el horno que por eso hemos reservado
ese apartamento con el único horno. Bueno, la cosa queda en que pasemos la noche en la otra y
podamos volver al día siguiente.
El otro apartamento está aún más frío. El dueño se sorprende que tengamos frío a 16ºc (dispongo de termómetro en mi despertador y nunca falla). Pulsa los interruptores traseros de los radiadores eléctricos diciendo que supone que se encienden así. Nos sorprende que parezca un extraño en su propio establecimiento o su ingenuidad.
El otro apartamento está aún más frío. El dueño se sorprende que tengamos frío a 16ºc (dispongo de termómetro en mi despertador y nunca falla). Pulsa los interruptores traseros de los radiadores eléctricos diciendo que supone que se encienden así. Nos sorprende que parezca un extraño en su propio establecimiento o su ingenuidad.
-Al día siguiente, ya hay agua caliente en el apartamento
reservado. Nos dice por la noche que se trataba de poca cosa, en seguida el
técnico volvió a poner en marcha la caldera. Nos dice indignado que hace poco
que falló, como un año. Igual no sabe que un establecimiento hotelero necesita de
un mantenimiento y controles regulares, y no esperar a que se averíen los aparatos.
Tras preguntarle por la cal del agua ya que buscaba explicación al fallo, nos afirma que es muy calcárea. Por eso, le aconsejamos instalar un descalcificador, como instalamos también a nuestros clientes cuando lo requieren, ya que la cal estropea mucho los aparatos y demás en contacto con el agua. ¿Otro consejo de más para él?
Tras preguntarle por la cal del agua ya que buscaba explicación al fallo, nos afirma que es muy calcárea. Por eso, le aconsejamos instalar un descalcificador, como instalamos también a nuestros clientes cuando lo requieren, ya que la cal estropea mucho los aparatos y demás en contacto con el agua. ¿Otro consejo de más para él?
-A parte de estos fallos o problemas ajenos a la voluntad
del dueño, por supuesto, y por lo tanto en mi comentario quise reflejar que se habían resuelto los problemas en un tiempo breve, o sea nada ofensivo, más bien al
contrario; tuvimos que aguantar portazos de la puerta del edificio a cualquier
hora, incluso de noche, porque al ser de madera, se hincha y no hay otro
modo de cerrarla, cosa que el propietario ve normal. Igual somos muy exigentes al querer dormir toda una noche sin que nos despierten de madrugada a portazos.
También al vivir el dueño en el piso de encima, se oían pasos retumbando. Y para más inri, algo ajeno al hotel pero a tener en cuenta cuando se sitúa cerca de dos plazas, tuvimos que aguantar el escándalo de unos fiesteros toda una noche, sin poder dormir, cosa que tampoco oyó el dueño y se le notaba escéptico. Será que nos gusta inventar historias.
También al vivir el dueño en el piso de encima, se oían pasos retumbando. Y para más inri, algo ajeno al hotel pero a tener en cuenta cuando se sitúa cerca de dos plazas, tuvimos que aguantar el escándalo de unos fiesteros toda una noche, sin poder dormir, cosa que tampoco oyó el dueño y se le notaba escéptico. Será que nos gusta inventar historias.
-Tampoco tiene el cliente la culpa cuando se instala una
tv de tamaño reducido en un rincón de pared, con un brazo demasiado
corto como para poder verla bien desde la cama o los sillones que incluso hay
que mover. Será que somos quisquillosos con la comodidad.
-Como la limpieza se hace cada dos días, y la chica de la
limpieza iba a pasar en domingo día de Navidad, y como pensábamos pasar bastante
tiempo en el apartamento, y nos íbamos a la mañana siguiente, indicamos al dueño
que no era necesario que la chica pasara ese día, y mejor y más lógico que lo
hiciera cuando nos fuéramos. ¿Igual tampoco vio conveniente que librásemos de limpiar a su empleada el día de Navidad? Bueno así tuvo más tiempo para planchar como la vimos. En todo caso, si alquilo un apartamento, quiero estar tranquila el día de Navidad, creo que es legítimo.
-Y para acabar, a la hora del pago, y sin ninguna disculpa por su parte por las molestias ocasionadas por los varios fallos durante la estancia (cosa que no esperábamos pero es un detalle bien apreciable), no nos entregó ningún
recibo a cambio ni tan siquiera una nota escrita, y tuvimos que pedirle que nos enviara una factura. Supongo que
tampoco fue de su agrado.
Al final nos tomamos los inconvenientes ocurridos durante la estancia como meras anécdotas ya que no influyó en haber sabido disfrutar de una buena Navidad. Pero a la hora de poner un comentario constructivo y veraz, no veo por qué debería decir que todo fue maravilloso cuando no fue así. La limpieza es esencial! Y si no le gusta la nota o el comentario, que haga lo necesario para que todo esté en condiciones.
Al final nos tomamos los inconvenientes ocurridos durante la estancia como meras anécdotas ya que no influyó en haber sabido disfrutar de una buena Navidad. Pero a la hora de poner un comentario constructivo y veraz, no veo por qué debería decir que todo fue maravilloso cuando no fue así. La limpieza es esencial! Y si no le gusta la nota o el comentario, que haga lo necesario para que todo esté en condiciones.
En fin, igual tampoco le gustó a este hotelero que
pusiera un comentario positivo halagador:
“Buena ubicación para visitar Xátiva y alrededores. Apartamentos con
decoración nueva y moderna, con cama cómoda. Muy apreciable el detalle de las
cápsulas de café, azúcar, agua y aceite. El dueño fue atento e hizo lo posible
para solucionar los problemas inoportunos durante la estancia. Personal amable.”
Para terminar, entiendo que los hoteleros se quejen de que muchos clientes
se dediquen a verter críticas negativas falsas, pero quién acostumbramos a leer
comentarios, sabemos distinguir los resultantes de personas con afán de dañar,
o de huéspedes más exigentes (con igual derecho a expresarse), de los que con
argumentos y descriptivos, relatan lo vivido. Y aprendemos a contrastar todas los comentarios encontrados en la web. Luego sacamos nuestras
conclusiones en base a ello y a las posibles respuestas de los aludidos.
Y me alegra leer que muchos hoteleros aprovechan para querer mejorar su
establecimiento atendiendo a sus clientes con la mayor profesionalidad y la
pasión por su trabajo, y tal y como en su ámbito personal, les gusta que se les
atienda.
De la misma forma, los clientes que nos tomamos el tiempo de valorar y comentar nuestras estancias en la web de reservas, nos parece injusto que no podamos contestar a un hotelero que responde de manera ofensiva y difundiendo mentiras esperando salir airoso de las criticas negativas. Pero supongo que los viajeros sabrán distinguir también en ese caso, quién dice la verdad aportando argumentos y quién intenta defenderse torpemente difamando.
De la misma forma, los clientes que nos tomamos el tiempo de valorar y comentar nuestras estancias en la web de reservas, nos parece injusto que no podamos contestar a un hotelero que responde de manera ofensiva y difundiendo mentiras esperando salir airoso de las criticas negativas. Pero supongo que los viajeros sabrán distinguir también en ese caso, quién dice la verdad aportando argumentos y quién intenta defenderse torpemente difamando.
Por lo tanto, me parece lamentable que en vez de tener
en cuenta las críticas fundadas de sus huéspedes, y aprendan de ello, prefieran
verter injurias sobre ellos, sin detenerse a pensar que éstos podrían disponer
de un blog de viajes o ser un crítico de
Tripadvisor asiduo, y fiel a su afán de aconsejar a los demás viajeros. Y por
lo tanto, puede que sus comentarios tengan repercusiones importantes sobre su
negocio, ya que se distingue a quién divulga falsas afirmaciones de quien suele aportar opiniones argumentadas, y la mayoría positivas.
¡Qué manera
de desaprovechar la ocasión de demostrar qué clase de hotelero se es! O Tal vez
esa es la imagen que quiere dar. Si los hoteleros quieren sólo buenos comentarios, que actúen para que así sea.
Por suerte, he podido alojarme en numerosos establecimientos durante mis viajes, y la gran mayoría de ellos son merecedores de comentarios muy positivos, de los que suelo dejar constancia en la Red, así como pequeños detalles que se pueden mejorar, que creo que encontrarán útil muchos buenos hoteleros.
Quizás esta persona no se merecía toda una entrada en respuesta a su
comentario rencoroso y absurdo, pero odio las mentiras, y la falta evidente de ética
y profesionalidad. Y por eso se merece que quién quiera más información sobre ese establecimiento, sepa lo ocurrido realmente, y no se guíe simplemente por una nota global. Y por lo tanto, por todo lo anterior explicado, no os recomiendo Las Coles Apartasuites de Xátiva. Seguro que encontraréis alternativas muy buenas.
Y con este relato de mi experiencia personal que puedo expresar con toda
libertad y confianza de que cuento la veracidad de los hechos tal y como
los he vivido, os dejo a vosotros, lectores, la libertad de opinar en consecuencia, y optar
por alojaros en este establecimiento, si así lo creéis conveniente, y luego
relatar vuestra propia experiencia, la que espero más gratificante que la
nuestra. Ya que como podéis comprobar a través de esta entrada, no siempre nos
pasa a todos lo que cuenta y opina la mayoría. Y por eso, quería dejar
constancia de que ni muchos pueden tener razón ni unos pocos no tenerla.
Si habéis llegado a leer hasta aquí, quiero agradeceros haberos tomado
esta molestia. Porque no soy de las que saben resumir, como
habéis podido comprobar. Y espero que sigáis queriendo dejaros guiar,
aconsejar, o simplemente buscar información turística gracias a mi blog, esa es
la intención, que podamos ayudarnos a pasar agradables estancias y momentos de
ocio inolvidables, con la colaboración de grandes profesionales hoteleros.
Así que os invito a leer la próxima entrada mucho más entretenida, sobre
Xátiva y sus alrededores…
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