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domingo, 23 de abril de 2017

Tercer día en el Bajo Ampurdán

Tercer y último día de fin de Semana Santa en el Bajo Ampurdán...

Otro desayuno perfecto en el Hotel Mas Carreras 1846, y dejamos nuestro alojamiento con ganas de repetir la experiencia pronto. Nos entregan a nuestra salida una carta con código descuento, y preocupados por esmerarse para contentar al cliente, nos invitan a dejar constancia de nuestra opinión sobre el establecimiento en la web del hotel y en Tripadvisor.

Para disfrutar de este último día de fin de Semana Santa, nos vamos de paseo a Pals, un precioso pueblo medieval muy bien conservado y que luce espectacular bajo un sol radiante.

Pals


Pals


Pals


Pals


Pals


Pals


Pals


Pals
Y ya es hora de comer, nos dirigimos a otro pueblo encantador, Peratallada, y llegamos al restaurant El Borinot, dónde hemos reservado mesa. Está indicado con carteles y hay aparcamiento de tierra justo detrás, así que es muy cómodo.

El restaurante se ubica detrás de la plaza de Peratallada en un rincón tranquilo. El local es peculiar en su decoración, mezcla lo moderno con lo rústico, con techos abovedados o con vigas, y las paredes exponen cuadros de artistas bastante rocambolescos. También dispone de terraza y 3 salas interiores.

La atención es buena y agradable. Se puede elegir entre menú o carta, siendo los dos muy buenas opciones, con platos sencillos y otros más elaborados, y los precios son moderados.

El Borinot, Peratallada


El Borinot, Peratallada
El Borinot, Peratallada



El Borinot, Peratallada
Nosotros elegimos la ensalada de salmón para compartir, fresca y con buena cantidad.

Ensalada de salmón, El Borinot, Peratallada
Y de segundo, los taquitos de pollo en salsa, algo decepcionantes por su extrema sencillez en el que el sabor no destaca; y la merluza por lo contrario, muy buena. 


Taquets de pollo, El Borinot, Peratallada


El Borinot, Peratallada
Y de postre, nos llaman los "raviolis" de piña y el postre típico del sitio, el "Recuit", que se trata de un milhojas de requesón. Los dos están buenos.

Raviolis de piña, El Borinot, Peratallada


Milhojas de requesón, "Recuit", El Borinot, Peratallada
En resumen, un restaurante que sin tener una cocina muy elaborada, consigue un equilibrio entre platos caseros sencillos y algo más trabajados, el servicio es correcto, el precio para dos ronda los 55€; y el sitio es ideal para comer tranquilos y luego dar un bonito paseo por el precioso pueblo de Peratallada.
                  Peratallada


Peratallada


Peratallada


Peratallada


Peratallada


Peratallada


Peratallada


Peratallada


Peratallada


Peratallada


Peratallada


Peratallada


Peratallada


Peratallada


Peratallada
Y aquí se acaba nuestro fin de semana en el Bajo Ampurdán de Girona. Espero que nuestro recorrido y experiencias gastronómicas os sirvan de referencia para vuestras propias estancias turísticas por la zona.

Segundo día en el Bajo Ampurdán

Segundo día de turismo por el Bajo Ampurdán. Después de un buen desayuno en el Hotel Mas Carreras 1846, nos dirigimos al Castillo de Púbol, regalo de Dalí a su mujer Gala.

La propiedad vale la pena una visita por 8€ con guía, el interior oculta curiosidades típicas de Dalí, y los jardines tienen su encanto también. Púbol es un pequeño pueblo pero se merece un paseo.

Púbol


Castillo de Gala, Púbol
Castillo de Gala, Púbol


Castillo de Gala, Púbol


Castillo de Gala, Púbol


Castillo de Gala, Púbol


Castillo de Gala, Púbol


Castillo de Gala, Púbol


Castillo de Gala, Púbol


Castillo de Gala, Púbol



Púbol


Púbol
La visita dura unas 2 horas, y como hemos reservado mesa pronto en el restaurant La Bòbila de Corçà, a unos 6km, ahí nos dirigimos. Dispone de parking grande para aparcar en frente. primero nos damos una vuelta por la tienda de muebles antiguos que alberga aún algún horno de ladrillos por ser antigua fábrica de materiales de construcción. y se puede reservar para cenas íntimas o de empresa dentro de los mismos hornos, eso si, no hay que padecer de claustrofobia.

Horno de ladrillos habilitado para cena íntima,
La Bòbila Restaurant, Corçà
Y pasamos al restaurante de cocina japo fusión. La decoración es original, de estilo rústico actual con mezcla de materiales lograda.

La Bòbila Restaurant, Corçà


La Bòbila Restaurant, Corçà
Lo que sí se echa en falta desde el principio es una sonrisa o una cara amable, o simplemente, no se transmite ningún sentimiento de simpatía hacia el cliente, lo que hace que no nos sintamos bienvenidos y contribuye a que se mantenga un ambiente frío.

La cocina es abierta, así que se puede ver cómo preparan los platos. El servicio no destaca en especial, simplemente sirven sin más, sin ninguna pregunta ni intención. Nos ofrecen de aperitivo un gazpachito de fresa, bueno. La carta presenta muchos platos de cocina japonesa como combinados de sushis (ideal para grupos) y otros de cocina variada mediterránea.

Carta de La Bòbila Restaurant, Corçà
Preferimos dejar el sushi para otra vez y nos decantamos de primero por un mix de verduras en tempura con hummus y unos Gyozas (pasta oriental al vapor rellena) con salsa de soja, y coca de tomate para acompañar.

Hummus, Gyozas y coca con tomate,
La Bòbila Restaurant, Corçà
Los segundos se hacen esperar bastante, pero como el local ya está lleno, lo tomamos con paciencia. Y ya llega la hamburguesa de Wagyu y el magret de pato con salsa de frutos rojos. Se podría decir que todo está correcto, pero hemos probado mejores.

Wagyu, La Bòbila Restaurant, Corçà



Magret de pato con salsa de frutos rojos,
La Bòbila Restaurant, Corçà
En cuanto a los postres, pedimos sorbete de mango que viene sin ninguna decoración, y tiramisú igual de soso presentado, y tampoco a la altura.

Sorbete de mango, La Bòbila Restaurant, Corçà


Tiramisú, La Bòbila Restaurant, Corçà
En cuanto a los precios, resultan un tanto excesivos (1l agua 4€, café 1,80€, 1 bola sorbete 4€), total 72€ la pareja. Por ese precio, se debería comer de lujo y ser atendido de igual forma. Y quizás el sushi valga la pena para una ocasión especial, pero los platos que probamos no estaban a la altura esperada, y menos la atención al cliente que resultó de lo más indiferente. Por lo tanto no repetiría este restaurante.

Nos dirigimos a Madremanyà, pequeño pueblo con encanto, el cuál se visita con bastante rapidez por su tamaño reducido, pero nos deja bonitas fotos como estas:

Madremanyà


Madremanyà


Madremanyà


Madremanyà


Madremanyà


Madremanyà


Madremanyà


Madremanyà
Y seguimos nuestra ruta turística deteniéndonos en Sant Martí Vell con sus preciosos rincones:

Sant Martí Vell


Sant Martí Vell


Sant Martí Vell


Sant Martí Vell


Sant Martí Vell
Seguimos en la carretera y vemos el cartel del Santuario de los Angeles, y decidimos ir a verlo. Nos quedamos decepcionados cuando vemos que se trata de un edificio moderno sin ningún atractivo, pero si os apetece admirar las vistas desde ahí, con tiempo claro, podréis divisar la costa con las Islas Medas al fondo, y el paisaje que nos ofrece esta región.

Vista de las Islas Medas desde el Santuario del Angels



Vista desde el Santuario del Angels
Y como la tarde cunde mucho por estos lares, decidimos acercarnos a la costa, pasando por Torroella de Montgrí.

Parroquia de Sant Genís, Torroella de Montgrí


Castillo de Torroella de Montgrí


Ayuntamiento de Torroella de Montgrí
Seguimos la costa, y paramos en L'Estartit. Aquí hay muchos turistas, y nos encontramos con un paisaje de costa bastante decepcionante teniendo en cuenta que han habilitado media playa como aparcamiento de arena que no deja disfrutar de la vista sobre el mar. Por lo tanto, el paseo marítimo resulta bastante lamentable, rodeado de coches.

Sin embargo, nos damos una vuelta hasta el final del muelle para observar las Islas Medas de más cerca y la belleza del mar sin coches a la vista.

L'Estartit


L'Estartit


L'Estartit
Es hora de regresar al hotel y prepararse para cenar en Peratallada, en el Restaurant Ca La Nena. En plena plaza del centro histórico encontramos este agradable restaurante, dónde te reciben y atienden con mucha amabilidad, la decoración, acorde a la moda actual, es de estilo campestre. La carta dispone de varias opciones, incluido un menú degustación por 30€. Todo son platitos para compartir y que cambian según temporada. Nos invitan a sentarnos en un rincón íntimo, bajo la escalera.

Peratallada


Restaurante Ca La Nena, Peratallada
Nos dejamos aconsejar con las propuestas del día, y probamos la sardina ahumada con mascarpone, muy rica, aunque resulta ser media sardina y con lo buena que está, resulta poca cantidad.

Sardina ahumada, Ca La Nena, Peratallada
También elegimos los mejillones con una salsa estilo escabeche muy buena;

Mejillones, Ca La Nena, Peratallada
la lasaña de setas y butifarra, suave, y se agradece la visita de la cocinera preocupada por saber si ha sido de nuestro agrado.
Lasaña de seta y butifarra, Ca La Nena, Peratallada
Y probamos también la "orquesta de calamares" con timbal de patata ahumada, trompetas de la muerte y huevo poché, ¡una combinación muy acertada!

Orquesta de calamares Ca La Nena, Peratallada
Y como nos queda sitio para dulces, nos tientan las trufas con su mojito casero, que estaba de muerte! y el Xuxo de crema con su copa de cava, ¡todo delicioso!

Postres Ca La Nena, Peratallada
Quizás el precio puede resultar un poco alto por la cantidad en los platos, aunque cuando se come muy a gusto, con un trato amable y unos platos sabrosos, se paga con gusto. Así que os recomiendo el restaurant Ca la Nena con una propuesta diferente y bocados ricos.


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