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jueves, 19 de octubre de 2017

Altea, 6º y 7º día: relax y buena comida

Supuestamente, hoy era el día en que teníamos que despedirnos de Altea, pero como nos sentíamos tan a gusto en nuestro hotel paradisíaco, el Altea Paradise B&B, preguntamos a los dueños si era posible alargar nuestra estancia dos noches más. Y con entusiasmo, nos dijeron que justo una pareja acababa de cancelar su estancia, ¡así que perfecto, teníamos habitación para dos noches más de disfrute en Altea!

Dejamos la gran habitación Algarrobos, en la primera planta, por la Aloe Vera, en planta baja. Una habitación preciosa con su cama de dosel de madera esculpida, y decoración romántica con toque tailandés, así como su baño vintage moderno, y con todas las comodidades.

Habitación Aloe Vera, Altea Paradise

Habitación Aloe Vera, Altea Paradise

Habitación Aloe Vera, Altea Paradise


Habitación Aloe Vera, Altea Paradise

Habitación Aloe Vera, Altea Paradise

Pasamos una mañana de total relajación a orillas de la piscina del Altea Paradise, escuchando música suave de fondo.

Altea Paradise

Y para comer, hemos reservado mesa en el mejor restaurante indio de la zona: el Crown of India, en el casco antiguo de Altea (C/ Mayor, nº2. T. 865673259), y justo en la calle bajando de la iglesia.
Nunca habíamos probado la cocina hindú, y Martín y Esteban nos recomendaron este restaurante con muy buenos comentarios en TripAdvisor también, así que nos dejamos tentar por la experiencia.

Crown of India, Altea

El Crown of India se ubica en una casa típica del centro de Altea con sus estancias a varios niveles. Primero nos da la bienvenida en la entrada una decoración colorida para meternos en el ambiente.

Crown of India, Altea

Al subir las escaleras, suena un timbre y viene a nuestro encuentro el camarero que nos invita a subir hasta arriba a la terraza. Podemos elegir entre vistas al mar o a la montaña, pero ya hay comensales en el lado mar, así que la mesita con vistas a la iglesia está muy bien, y nos instalamos.


Vista desde el Crown of India, Altea


Vista desde el Crown of India, Altea

La carta es muy amplia y para quienes no tenemos aún el gusto de conocer la gastronomía india, más precisamente hindú, pues no es fácil tomar una decisión, así que tal y como nos recomendaron nuestros anfitriones del Altea Paradise, nos dejamos guiar por el joven camarero, a destacar que lleva pocos años en España pero se le ve muy integrado y habla muy bien el idioma, fue un encanto. Es un placer ver como en Altea conviven tantas culturas en armonía, todos nos sentimos en casa.

Y para poder servirnos los platos más acorde a nuestros gustos, sobre todo por lo de poco picantes, nos pide alguna información, y al poco rato, ¡podemos degustar unos platos fantásticos en todos los sentidos!
Sin duda su cocina se merece un 10. Y tanto si os gusta la cocina picante como si no, nosotros que somos sensibles a las especies, os puedo decir que nos resultó todo muy rico, con sabores distintos, tanto en carne con el Pollo Tikka Masala, como en pescado con el Fish & Korma, y todo siempre calentito con su calentador individual. El arroz al limón delicioso, el Cheese Naan (queso rebozado), y las tortitas de pan como las salsas para acompañar, ¡tremendos!


Pollo Tikki Masala, Fish & Korma, arroz al limón,
Crown of India, Altea

Cheese Naan, Crown of India, Altea

Transmitimos nuestra felicitaciones al camarero para la cocina y todo el equipo, bien se lo merecen.
Así que os recomiendo el Crown of India sin duda. También dispone de un bonito comedor en la primera planta, por si hace mal tiempo, ya que por desgracia, tienen algunos problemas de filtración cada vez que llueve. Esperamos que puedan resolverlo pronto.

De postre, nos pedimos una crema de mango helada y un Sweet Lassi, batido de yogur (entre varios sabores a elegir), muy bueno.

Sweet Lassi, Crown of India, Altea

Y encima por un precio muy asequible, todo por unos 43€ dos personas.
¡Dan ganas de repetir una y otra vez! Y eso haremos cuando volvamos a Altea. Les deseamos mucha suerte en su continuación, si lo siguen haciendo tan bien como hasta ahora, les augura un muy buen futuro.

Siguiendo con nuestro día de vacaciones por Altea, decidimos conocer un poco más el pueblo, y por lo tanto, darnos otra vuelta por el casco antiguo.


Casco antiguo de Altea, Alicante

Casco antiguo de Altea, Alicante

Casco antiguo de Altea, Alicante

Gato alteano observándonos en el casco antiguo de Altea,
Alicante

Casco antiguo de Altea, Alicante

Casco antiguo de Altea, Alicante

Molí de Bellaguarda, casco antiguo de Altea, Alicante

Casco antiguo de Altea, Alicante

Entrada a La Costera, casco antiguo de Altea,
Alicante

Y luego bajamos andando hasta la playa, son unos 15 minutos yendo tranquilos, con cuidado al atravesar la nacional que pasa por el centro, para luego descubrir el bonito y gran paseo marítimo hasta la desembocadura del río Algar. También podéis recorrer en bici todo el paseo hasta Alfas del Pi, unos cuantos kilómetros para disfrutar.


Paseo marítimo de Altea

Paseo marítimo de Altea

Paseo marítimo de Altea

Paseo marítimo de Altea

Gaviotas admirando el mar en Altea

Paseo marítimo de Altea

Paseo marítimo de Altea

Y esta noche, para cenar, toca el restaurante 8 de Tapes en el Paseo mediterráneo, 54. Es un local de reciente apertura, por lo que se puede entender el ritmo más frenético un sábado noche. Dispone de terraza grande y de local interior a dos niveles. La parte inferior, dónde nos instalamos, es algo escueta o minimalista en decoración, o quizás fue la impresión del momento. Añadir que no dejan reservar, pero si vas antes de las 22h, te dicen que no hay problema. Lo más difícil será encontrar sitio en la terraza.

La carta no es muy extensa, te esperas un lugar de tapeo por el nombre pero no es así, en realidad son platos, algunos más reducidos en cantidad que otros. Hay variedad de hamburguesas Gourmet, y platos elaborados con las últimas tendencias, entre los cuales elegimos: carpaccio de pulpo,  queso Brie frito con mermelada de tomate, y papada de ibérico que resultó ser demasiada grasa para tan poca carne. Tienen cerveza artesana y carta de vinos.


Carpaccio de pulpo, 8 de Tapes, Altea

Queso brie frito, 8 de Tapes, Altea

Papada de ibérico, 8 de Tapes, Altea

La atención no destaca en particular, quizás por la faena del momento, aunque una de las camareras nos atiende con mucha educación y tiene una bonita sonrisa que se agradece.

Una mención especial a los postres, muy buenos, de elaboración casera y originales, como él de chocolate con varias texturas, y él de manzana, con un crumble muy rico. Los precios son correctos, unos 44€ la pareja. 


Expresión de manzana, 8 de Tapes, Altea

Planter de chocolate, 8 de Tapes, Altea

En nuestra opinión, entre tanta buena oferta gastronómica por la zona, el 8 de Tapes no es uno de los restaurantes que más destaca, pero para tomar algo informal, no está mal. Quizás en otro momento más tranquilo, repetiríamos para probar otros platos.

Último día de vacaciones en Altea, y podemos disfrutar de otra mañana de relax en el jardín de nuestro hotel, hasta que una tremenda tormenta llega para quedarse todo el día. Esperamos bastante tiempo antes de poder bajar en coche al restaurante Sirtaki en el puerto (C/ Sant Pere, nº40. T. 966949994). Llamamos al restaurante para avisar de nuestro retraso y nos dicen que ningún problema ya que con este tiempo, hay muy poca gente.

Pues por fin llegamos al Sirtaki, taverna griega regentada por una familia búlgara. El local es amplio y acogedor, y decorado con temática griega. Nos atienden con mucha amabilidad, y nos entregan la carta variada con bastantes propuestas. 


Taverna griega Sirtaki, Altea

Taverna griega Sirtaki, Altea

Tras nuestra luna de miel hace muchos años en Atenas y Creta, pudimos conocer y disfrutar plenamente de la gastronomía griega, la que echamos mucho de menos puesto que no tenemos ningún restaurante griego cerca de casa. Así que ilusionados, pedimos una copa de Retsina, el vino típico griego, que resulta estar de vicio. Y de primero, elegimos el plato de taramas (mousse de huevas de salmón). Todos los entrantes vienen acompañados de una ensalada de col muy fresca y rica.


Taramas, Sirtaki, Altea

De segundo, será el Souvlaki Sirtaki, una brocheta de carne riquísima y con buena cantidad. Y la parrillada de carne, muy bien surtida también y acompañada con su lasañita y salsa tzatsiki. Los segundos vienen con acompañamiento a elegir entre pasta o patatas fritas.


Souvlaki Sirtaki, Taverna Griega Sirtaki, Altea 


Parrillada de carne Altea, Sirtaki

Y de postre, no podemos dejar de pedir el yogur griego con miel, aunque como bien nos recuerda el camarero, muy simpático, el yogur en realidad es de origen búlgaro. La familia siendo originaria de un pueblo fronterizo con Grecia conoce perfectamente su cocina y la plasma en sus platos de forma fiel. Y por supuesto, el tan ansiado café frappé que, según mi marido, ¡está igual de rico que al pie de la Acrópolis! Cuesta mucho encontrar un café frappé bien equilibrado en sabores y azúcar, y éste se merece un premio.

Yogur griego con miel, Sirtaki, Altea

Café Frappé, Sirtaki, Altea

Os recomendamos la taverna griega Sirtaki, porque además de unos platos sanos y ricos, y abundantes, el servicio es muy agradable, y el precio correctísimo, unos 48€ dos personas.

Como el tiempo no nos da tregua, decidimos volver al hotel para pasar una tarde tranquila.
Y para cenar, hemos reservado en el Eco restaurante & Bar Mamarosa, en el casco antiguo de Altea (C/ Concepción, nº12. T. 865675368).

Se trata de un restaurante con decoración un tanto curiosa y alegre, que dispone de bar en la planta baja, de un comedor en la primera, y de terraza arriba. El local lo regenta una pareja amigable, y con trato muy cercano.


Mamarosa, Altea

Mamarosa, Altea

Mamarosa, Altea

Su cocina consiste en platos vegetarianos principalmente, como sus originales hamburguesas y ensaladas, algunas de carne también. Y hay otros platos como croquetas caseras.
Lo que nos hubiera gustado desde un principio es que se nos avisará del tamaño de las raciones que resultaron muy excesivas, y nos aconsejaran quizás algo mejor sobre los platos para no repetir ingredientes.
Pedimos la berenjenas con miel, buenísimas, como soufflées. La ensalada de Quinoa, bien aliñada pero también con berenjena, y la ensalada Thai de entrecôte, muy picante y con el entrecote entero. Así que os recomiendo pedir platos para compartir, porque como confiesan los propios dueños, se pasan con las raciones.


Berenjena con miel, Mamarosa, Altea

Ensalada de quinoa, Mamarosa, Altea

Ensalada de entrecôte, Mamarosa, Altea

Por supuesto, no pudimos acabarlo todo y nos lo pusieron para llevar, ya que al día siguiente nos íbamos para casa, no tuvimos que hacer la cena, ¡ya estaba lista!
La cuenta salió por unos 50€. Destacar que en la mayoría de los restaurantes de la zona, lo que son bebidas como agua y cafés, los precios son algo excesivos, y eso que nosotros vivimos en una zona muy turística. Por lo que sin consumir botella de vino, la cuenta sale siempre por una media de 50€.

A la mañana siguiente, hacemos el Check-out beneficiándonos de un buen descuento por ampliar nuestra estancia, un bonito detalle para los clientes que repiten.
Nos despedimos del Altea Paradise, y de nuestros calurosos anfitriones, prometiéndo difundir buena publicidad sobre su establecimiento, y por supuesto otra visita nuestra en cuanto posible, aunque ya tienen completo para bastante tiempo, y no nos extraña, porque es único y les deseamos lo mejor.

Nuestras vacaciones en Altea han sido ideales, una grata experiencia en todos los sentidos. Y esperamos volver muy pronto a Altea y seguir descubriendo la provincia de Alicante, disfrutar de su estupenda gastronomía y de la amabilidad de sus gentes.

miércoles, 18 de octubre de 2017

Altea, 5ºdía: casco antiguo; y Moraira

Hoy es un día importante para mí, ya que cumplo los 40, y ¡qué mejor lugar dónde celebrar este gran día que en Altea!

Y empiezo el día con una bonita sorpresa espontánea por parte de nuestros anfitriones, Martín y Esteban, del Altea Paradise, que me dan un delicioso muffin casero con una velita para soplar mientras me cantan con otros huéspedes "el cumpleaños feliz". Y yo toda emocionada, es que ¡no todos los días una se une al club de los 40! ¡Muchas gracias chicos! Un perfecto día en perspectiva...

Altea, resguardada del mundano ajetreo del turismo de masas aparece como envuelta en un halo de magia con ese mar impresionante que brilla bajo una luz propia e incomparable. Y con sus casas blancas y ventanas azules, no en vano la llaman el Santorini Español o "pueblo de postal", desde luego su estampa no deja indiferente a nadie. Pero Altea no es sólo su casco antiguo pintoresco sino todo lo que ofrece en su conjunto.

Altea es la belleza pura de la Costa Blanca...


Casco antiguo de Altea, Alicante

Vista desde un mirador del casco antiguo de Altea, Alicante

Casco antiguo de Altea, Alicante

Casco antiguo de Altea, Alicante

Casco antiguo de Altea, Alicante

Casco antiguo de Altea, Alicante

Casco antiguo de Altea, Alicante

Casco antiguo de Altea, Alicante

Vista desde un mirador del casco antiguo de Altea, Alicante

Vista desde un mirador del Casco antiguo de Altea, Alicante,
Benidorm al fondo

Iglesia de Nuestra Sra del Consuelo,
Altea, Alicante

Iglesia de Nuestra Sra del Consuelo,
Altea, Alicante

Iglesia de Nuestra Sra del Consuelo,
Altea, Alicante

Iglesia de Nuestra Sra del Consuelo,
Altea, Alicante

Vistas al mar de Altea, Alicante

Casco antiguo de Altea, Alicante

Casco antiguo de Altea, Alicante

Casco antiguo de Altea, Alicante

Puerta colorida del casco antiguo
 de Altea, Alicante

Casco antiguo de Altea, Alicante

Casco antiguo de Altea, Alicante

Original puerta del casco antiguo
 de Altea, Alicante

Casco antiguo de Altea, Alicante

Casco antiguo de Altea, Alicante

Casco antiguo de Altea, Alicante
Cómo podéis ver en las fotos, Altea tiene su propia personalidad, con sus alegres colores que dan lugar a la inspiración de muchos artistas que se han afincado aquí para dar vía libre a su imaginación.

Pero ya es hora de comer, así que dejamos este centro histórico único para dirigirnos al restaurante Goa Altea - el Cielo, a orillas del mar, dónde reservamos mesa hace días, para degustar una paella de sepionets, la especial del chef Baita, reconocido en la zona por sus buenas paellas.

Nos acogen con amabilidad y nos conducen al comedor en la planta superior. Tanto la decoración como las vistas y la luz son insuperables en este espléndido día de octubre.

Goa Altea - El Cielo

Goa Altea - El Cielo

Goa Altea - El Cielo

Goa Altea - El Cielo

Goa Altea - El Cielo

Goa Altea - El Cielo
De primero, elegimos el tartar de atún, fresquito y sabroso, para guardar bastante sitio para la paella que nos espera.
Tartar de atún, Goa Altea - El Cielo
Y ya llega nuestra paella de sepionet y verduras del chef Baita, y no tardamos de pasar de admirar su buena pinta y oler su aroma, para saborearla como se merece.

Paella de sepionet y verduras, especial Baita,
Goa Altea - El Cielo
La paella resulta muy rica, abundante en ingredientes, con un fondo muy gustoso y un socarrat perfecto. Así que sin duda, os recomiendo el restaurante Goa para disfrutar de una buenísima paella.
La paella sale a 14,50€/pers., siendo la especial algo más cara, y la cuenta para dos, por unos 50€, sin postre, porque queríamos dejar lo menos posible en la paellera, y ya no teníamos más sitio.

Y para ayudar a la digestión y porque el día bien lo vale, nos vamos dirección Moraira, a una media hora de Altea.
La carretera es algo sinuosa y curiosa al atravesar la montaña. Luego, pasamos algunas grandes urbanizaciones de lujo, y ya llegamos al aparcamiento gratis de tierra y árboles cerca de la playa.

Playa de Moraira, Alicante

Y nos aproximamos a las ruinas del castillo con unas vistas impresionantes al mar.

Castillo de Moraira, Alicante

Castillo de Moraira, Alicante

Vistas desde el Castillo de Moraira, Alicante

Vista desde el Castillo de Moraira, Alicante


Castillo de Moraira, Alicante


Castillo de Moraira, Alicante
 Nos damos una vuelta más allá del castillo.

Moraira, Alicante
Ya regresamos a Altea para prepararnos, porque esta noche, tenemos la gran suerte de poder cenar en el mejor restaurante de Altea: La Costera.
Os recomiendo reservar con antelación porque suele estar al completo siempre, pero por suerte, volvían de unos días de vacaciones y a la vez se canceló una reserva, por lo que estamos deseando llegar nuestro destino gastronómico para celebrar el mejor de los cumpleaños.

La Costera se encuentra en el casco antiguo de Altea (Costera Mestre de Música, nº8. T. 965840230), y se puede acceder por dos sitios, nosotros llegamos directamente por la terraza, pasando una pasarela y algunos escalones. y cuando llegamos, nos damos cuenta de que es un lugar muy privilegiado, siendo el único restaurante en esta plaza.
Nos atiende la camarera muy jovial y sonriente, y nos acompaña a nuestra mesa en un rincón precioso, digno de las mejores películas románticas, acompañados del murmullo de una bonita fuente y de la complicidad de la luna llena. La velada se anuncia muy especial, justo lo que estábamos buscando, incluso más.

Restaurante La Costera, Altea

La Costera, Altea


La Costera, Altea

Y llega la maître y dueña del sitio con la misma alegría, y nos explica lo que comprende el menú de 44€ por persona, así como la carta escrita en una gran pizarra con los platos del día. Su cocina es de influencia francesa, siendo el chef francés, así como lo reflejan los platos propuestos.
Nosotros nos decantamos por el menú que nos parece perfecto ya que es muy variado y completo.

Menú la Costera, Altea
Y empezamos con un pincho de bienvenida, y una copa de vino blanco Verdejo, una excepción ya que no tomamos cava.

Aperitivo La Costera, Altea

El pincho anuncia una grata experiencia gastronómica. Y sin tardar llega la "Pizarra Gourmet" muy bien surtida, con varios mini entrantes elaborados como un delicado foie gras y su confitura casera de Ruibarbo, a cada cual más rico, y acompañados de una ensaladita fresca muy bien aliñada. 
Y ahora toca saber ¿por cuál empezamos?

Pizarra Gourmet, La Costera, Altea

Ensalada acompañamiento de la Pizarra Gourmet,
La Costera, Altea

De los segundos a elegir entre carnes y pescados, nos tientan la merluza con cremoso de coliflor y sezamor, aún recuerdo como se derretía en la boca, y como la combinación de los distintos sabores era magia en la boca de sabores auténticos mezclándose con armonía.

Merluza con cremoso de coliflor, La Costera, Altea


Y el entrecôte de añojo, que finalmente fue cambiado, por un error muy afortunado, por el taco de cordero con salsa de vino tinto/miel y frutos secos, ¡porque fue para quitar el sentido! 



Taco de cordero con salsa de vino tinto/miel
y frutos secos, la Costera, Altea

Mi marido se quedó encantado con su cordero, y se lo hicimos saber a la maître cuando nos pidió perdón desolada, ¡pero es que era para abrazar al chef !  El mismo vino a pedirnos disculpas después del servisio, y de verdad que no había lugar porque todo era delicioso. Pero el gesto fue prueba de su gran profesionalidad.

Y para poner la guinda a esta fiesta gastronómica, de postre será el soufflé glasé de Grand Marnier con sorbete de frambuesa, como era de esperar después de tanto placer gustativo: ¡una delicia!

Soufflé glasé al Grand Marnier con sorbete de frambuesa,
La Costera, Altea

Y la crème brûlée a la naranja, soberbia por supuesto.


Crème brûlée a la naranja, La Costera, Altea

Y ya como guinda final, sabiendo que era noche de celebración de mi cumpleaños, de repente vemos con sorpresa, como la camarera me trae un chupito de nata con una velita, y la maître llega tocando el cumpleaños feliz con un mini violin. Nos quedamos boquiabiertos de tan bonita sorpresa, tanto que no tuvimos ni tiempo de tomar una foto. Pero el momento fue sin duda inolvidable. 
Luego tuvimos el placer de poder hablar de forma muy amena con la maître y el chef, su marido, Manuela y Pascal demuestran en su atención inmejorable hacia el cliente, una gran calidad humana que también se refleja en cada una de sus creaciones, todo el personal te mima desde el principio, y te hace sentir muy especial. Y qué decir de su comida que nos dejó sin palabras, con una elaboración y presentación exquisitas.
A parte de que la carta también tiene muchos platos atractivos, y existen muchas más propuestas para el mediodía. Yo os recomiendo el menú como mejor opción, como habéis visto, es muy completo y sin duda, a un precio correcto por los ingredientes de primerísima calidad que ofrece y su gran trabajo de elaboración. 
También, el pan con mantequilla, los cafés y el vino están incluidos en este menú, lo que lo hace único en la zona. Pero lo mejor fue lo bien que nos hicieron sentir en una noche tan especial que no olvidaremos nunca. No podía haber deseado mejor noche de mi 40 cumpleaños. 
¡Y esperamos repetir muy pronto! 
Si queréis vivir una noche inolvidable, no lo dudéis, ¡el restaurante La Costera de Altea es la opción perfecta!